Opinión

El deporte es para ricos


El inicio del curso deportivo supone muchas llamadas de teléfono, enfados, cuentas y discusiones. No para aquellos protagonistas que rinden en el césped, la pista o cualquier tipo de superficie. Más bien para los espectadores. Apoyar al equipo de tu ciudad, ver los partidos desde casa o disfrutar de tu pasión desde la comodidad del hogar resulta, no pocas veces, algo prohibitivo. Los derechos deportivos vienen y van de plataforma en plataforma. El pago por visión es una rutina, pero es que cada vez cuesta más. 

Ahí el fútbol se lleva la palma. Un precio mensual que obliga a cualquier españolito de a pie a tirar de calculadora para ver si puede llegar. Los partidos que se ven en un sitio, no se ven en otro. Y viceversa. Un “galimatías” que solo tiene una cosa clara: te van a meter un clavo.

Como tus gustos vayan más allá del deporte rey, tienes otro problema. Los coches, por un lado. Las motos, por el mismo. El ciclismo ya en otro lugar. El tenis, mitad y mitad. La NBA aquí, la Euroliga allá. Si eres aficionado de Primera o Segund RFEF entonces te tocará pagar para darte de alta en una pseudo plataforma que se te va a cortar sí o sí y ya reclamarás al maestro armero.

Este es el panorama. Deporte para ricos. Y no entramos el precio de las entradas, que ese es otro melón. A echar cuentas. No queda otra.

Te puede interesar