Opinión

El suelo queda cerca del cielo

Hace un par de semanas, la mano izquierda de uno de los alcaldes llamados rebeldes de Galicia reflexionaba con cierta dosis de sorpresa sobre la singladura que ha tomado el BNG: "Pensar que nos primeiros meses do 2009 era parte do Goberno da Xunta e agora pódese quedar sen representación no Congreso é incrible". Todavía no había noticias del sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que siempre se ha acercado a los resultados del Bloque en las elecciones generales y la persona que estaba a su derecha en el abrevadero le reprochó su pronóstico pesimista para Nós-Candidatura Galega, que recoge la simpatía de la dirección y de los alcaldes de una fuerza política que lleva en el Congreso desde 1996 y en los pasados comicios logró dos actas de diputado.

Días después de palmar por chosca las elecciones gallegas contra Alberto Núñez Feijóo en octubre de 2012, Pachi Vázquez, en aquel momento secretario general de los socialistas gallegos en retirada, lanzó un aviso contundente a la militancia y a los que lo empujaban para que se decidiese a entregar el timón: "Hai quen di que polo menos xa tocamos solo, pero o solo é non acadar ningún deputado". 

El reciente sondeo del CIS les viene a dar, aunque sea en parte y a falta de que hable el electorado en las urnas, la razón tanto al asesor en activo como al líder político en el retiro.  

La encuesta sólo contenta a En Marea, alianza electoral que aglutina a partidos de obediencia estatal como Podemos o Esquerda Unida y al partido que patronea el histórico nacionalista Xosé Manuel Beiras. En Marea puede incluso desplazar al PSOE como segunda fuerza política en Galicia, ya que le otorga entre cinco y seis diputados. Los socialistas conseguirían de cuatro a cinco escaños, por lo que entregarían entre uno o dos respecto a los que consiguieron en las anteriores generales. Incluso podrían firmar quedarse como están. El sopapo del PP en Galicia también puede ser considerable, aunque más digerible por seguir siendo la formación más votada en este país. Conseguiría diez parlamentarios, cinco menos que en 2011, pero a tres del objetivo que se había marcado Feijóo. Y el BNG, la representación de Galicia en el Congreso, podría tocar el suelo después de haber estado cerca del cielo.

Te puede interesar