Dos años de cárcel por atacar a los policías con bombonas en Ourense

A Ismael P.M. le faltaban dos días para ingresar en prisión para cumplir una condena por tentativa de homicidio a un cliente que quería comprarle droga cuando comenzó a lanzar objetos, totalmente fuera de sí, desde la ventana y el balcón de un cuarto piso de la calle Doctor Marañón de Ourense.

El incidente movilizó a un gran número de efectivos policiales y hasta dos agentes resultaron lesionados, además de destrozos en el adoquín de la calle y en los coches policiales. En ese momento, pasada la una del mediodía del 24 de julio de 2023, Ismael estaba totalmente drogado. Había ingerido todo un cóctel tóxico: cocaína, cannabis metadona, opiáceos y tranquilizantes. Tenía afectadas sus capacidades volitivas e intelectivas por un consumo abusivo desde hacía tiempo.

La fiscal lo tuvo en cuenta y dejó la condena en dos años de cárcel , además de ocho meses multa -con cuota diaria de tres euros- por los delitos de atentado, daños y dos delitos leves de lesiones. El juicio se celebró este martes en el Penal 1 con un acuerdo de conformidad, también refrendado por las acusaciones particulares (estaban personados el Concello y los agentes que resultaron heridos). Para ello, tuvo que hacer frente previamente al pago de las indemnizaciones: 777 euros al Concello de Ourense; 663 a Autos Iglesias; 287 a la aseguradora Allianz así como 375 y 275 euros a los dos policías lesionados en las labores de inmovilización cuando consiguieron convencerlo para que bajara al portal.

Gran movilización

En un primer momento, al lugar de los hechos acudieron cuatro agentes de la Policía Local al recibir una alerta de la familia del inculpado porque anunció su intención de suicidarse. Los policías locales no lograron calmarlo e Ismael incluso les mostró un machete de cocina desde la puerta mientras profería frase intimidatoria: “Venid de uno en uno, que os corto las manos como en Sierra Leona”. Los efectivos tuvieron que recabar la colaboración de la Policía Nacional en tanto que no disponían de escudos protectores. A través del hueco de la escalera les arrojó una bombona de butano, además de maceras y objetos de cristal para lograr que retrocediesen hasta el portal.

Posteriormente, el acusado salió al balcón y “con total menosprecio a la propiedad ajena y las personas” -en palabras de la fiscal- arrojó bombonas de butano y sillas a la calle, que impactaron en el pavimento (dañaron una franja de piedra de 2,90 metros de longitud por 0,50 metros de altura) y en dos vehículos policiales, propiedad de Autos Iglesias S.L. y asegurados en Allianz. Así fue el momento, en vídeo.

A los policías nacionales que intentaron acceder a la vivienda también los recibió de malos modos: cuando estaban a la altura de la segunda planta les arrojó un microondas, macetas, jarrones, piezas de cristal y hasta un cuchillo. Todos estos efectos impactaron en los escudos de protección. Hubo que contactar con la familia para que mediara. Con ayuda de un tío, lo convencieron para que bajase al portal a condición de que los agentes se marchasen. En caso contrario, amenazó con “rajarse las venas”.

Dos policías tuvieron que abalanzarse sobre él con los escudos para evitar que siguiese cortándose la muñeca con el cristal que llevaba en la mano cuando bajaba las escaleras. Finalmente, con ayuda de más agentes, un médico le inyectó un calmante. A su lado había un cuchillo.

El acuerdo de conformidad redujo la pena inicialmente prevista, tres años y medio.