Noa Rey Torres: “No te roban dinero, lo que hacen es destruir tu vida”

En la mañana de ayer a las 9,00 horas, tuvo su apertura en el Auditorio de Ourense, el 7º Congreso Socidrogalcohol, con dos talleres inaugurales. El primero, sobre la evaluación del tratamiento de drogodependencias en Centros de Día, y el segundo, sobre las fases de desarrollo de un proyecto preventivo basado en evidencias y buenas prácticas.

Las mesas expositivas tuvieron lugar a partir de las 15,30 horas, analizando temas como discapacidad y conductas adictivas, además de tabaquismo. Teniendo en cuenta la novedad en el abordaje de los temas, y el rigor de las ponencias, decidimos centrarnos en este último, desarrollado en la Mesa 2, que respondía al distintivo: “Hablemos de tabaco”.

¿Reducción de daños?

La primera disertación, “Reducción del daños en el tabaquismo”, corrió a cargo del profesor Vidal Barchilón, quién expuso resultados de estudios científicos sobre estrategias de marketing, públicos y narrativas de la industria del tabaco a nivel global y de España. Su exposición estuvo centrada en un tema polémico, pero real: los profesionales de la salud, médicos y científicos, que reciben un rédito económico por la industria con tal de que relativicen los daños que provoca el consumo de tabaco, tanto en artículos científicos como comparecencias públicas.

Barchilón se refirió a estos profesionales “pagados”, como “dañinamente potenciales”, dado su rol legitimador de conductas que estimulan el consumo de sustancias elaboradas a partir del tabaco.

Se refirió específicamente a una estrategia de discurso publicitario de la industria del váper, a través de influencers y medios de comunicación, de que “la nicotina no hace daño”, y que el váper es inofensivo frente al cigarrillo tradicional. El experto remarcó que esta retórica comercial, “no es más que un incentivo, aparentemente pasivo, para reestimular el consumo de tabaco en su forma habitual”.

“La estrategia sobre los peligros del tabaco, desde el lenguaje mercadotécnico, consiste hoy en desautorizar a la ciencia, aludiendo a una “reducción de daños”, que lejos de ser real, es un reencausamiento de consumo: el váper, aparentemente inocuo, no es más que una puerta hacia el consumo duro y puro del tabaco tal y como lo conocemos hasta hoy, y lejos de ayudar a dejar de fumar, lo que hace es desenmascarar una ansiedad que tarde o temprano reparece”, aseveró Barchilón.

Consumo e influencers

La médica Noa Rey Torres, que se autodefine como una “boticaria de pueblo”, es oriunda de Ourense pero reside en Ferrol. Su ponencia analizó elementos relativos a los determinantes comerciales de la salud en las estrategias persuasivas de la industria del tabaco. Y una de sus líneas de argumentación está en torno a la siguiente tesis: en Galicia, cuanto más alto es el nivel socioeconómico, por lo general más especializados suelen ser los autocuidados en materia de salud y adicciones; de lo que se deduce que los niveles de adicción más elevados se encuentran en la población con menos posibilidades económicas, “personas que por lo general son más influenciables que aquellas que no tienen la posibilidad de elegir”.

Uno de los elementos fundamentales de su discurso se centró en el rol de los influencers en cuanto a la difusión y normalización de las adicciones, alegando que una parte considerable de los “ídolos juveniles”, son aliados de un consumo sutil y estratégico fomentado por la industria de las adicciones.

Al preguntarle por una clave integradora contra las adiciones, la experta aseguró: “La llave está en fomentar el pensamiento crítico en los jóvenes y su círculo familiar. La clave no está en decirles: te vas a morir, porque eso ya no funciona, la solución está en hacerles ver esto: te están engañando, no te roban dinero, lo que hacen es destruir tu vida”.