El doctor Frank Betances, en Ourense: "Más de cien niños con trastornos del lenguaje tienen hoy una esperanza real"

La evolución profesional del Dr. Frank Betances Reinoso constituye un caso de estudio paradigmático sobre cómo la práctica clínica en la medicina pública puede actuar como catalizador para la innovación tecnológica de alto impacto. Su trayectoria en la Otorrinolaringología Pediátrica está marcada por la capacidad para identificar fallas sistémicas en la rehabilitación. Actualmente está vinculado al hospital Lucus Augusti de Lugo, pero vive en Ourense, donde está en excedencia por paternidad.

Pregunta.¿Usted vino a Galicia por estudios y luego intervino la mano del destino?

Respuesta.Sí, mi idea al principio, en el año 2013, era venir a hacer la formación de posgrado y luego regresar a República Dominicana. Pero después, tal y como suele ocurrir con todo lo imprevisto, conocí a mi pareja actual, que es de de Coles, y ya me trastocaron todos los aviones, y no hubo más República Dominicana. A partir de ahí ya es donde se generan unos lazos más estables y donde empecé una nueva vida aquí junto a mi esposa. Y fue aquí entonces donde empecé con esta idea de poner mi granito de arena donde empecé con esta idea de poner mi granito de arena para mejorar lo que tenemos, porque es la única manera de que todos rememos juntos.

P.¿En qué consistió su posgrado?

R.Fue un posgrado de Otorrinolaringología, teniendo en cuenta que en 2009 me había graduado de medicina en la Universidad del Cibao, República Dominicana. Fue un aprendizaje sumamente enriquecedor que sentaría las bases para todo lo que vendría después.

P.¿Cómo surge su innovación de vanguardia para tratar a niños sordos y trastornos en el lenguaje?

R. Esto empezó, en parte, por La Región. Yo estaba trabajando en el hospital de Lugo. Recuerdo haber leído un artículo sobre niños con implantes cocleares que estaban en el colegio de Mariñamansa, que necesitaban intérpretes, y los padres estaban protestando porque no tenían acceso a ese servicio. Entonces mi esposa me preguntó: “¿Cómo puedes hacer para ayudarles?” Claro, esto porque ella conocía muy bien mi campo: lenguaje y audición en niños, a razón de que esa fue la formación especializada que hice en Vigo, además de complementarla con una práctica decisiva en el País Vasco. Entonces, cuando vi el problema que había con esos niños, trabajé en él, hice una propuesta al Servizo Galego de Saúde, a través de una convocatoria de premios de innovación. Se trató de una propuesta de herramienta virtual, una app, instalada en una tableta para tratar y rehabilitar a niños con problemas de audición y lenguaje en casa, teniendo en cuenta los largos periodos de espera para acceder a las consultas, y lo complicado que se hacía monitorear cada caso con sus particularidades. Se trata de una herramienta de manejo parental que permite diagnosticar y tratar afecciones neurolingüísticas que pueden abarcar hasta Trastornos del Espectro Autista (TAE). La propuesta fue votada por el resto de hospitales en Galicia como la número uno, y ganó el premio de Innovación en Saúde 2023, lo cual supuso un gran compromiso.

P.¿Cómo puso usted el lenguaje tecnológico al servicio de la Medicina?

R.En ese momento estaba en Teruel, prosiguiendo con mi formación, un día en el hospital me hacía falta un equipamiento para el diagnóstico de vértigo, y dije:”Pues esto no me parece muy complicado”. Y busqué los planos por internet. El resto del proceso fue adquirir un acelerómetro, una cámara, y un láser para mirar el ojo. Así crucé al otro lado, al de pla práctica, claramente, gracias a unos conocimientos previos de electrónica que tenía. Y así quedó conformado el aparato para el diagnóstico de vértigo, clave en el resto del trabajo que vendría por delante. Fue así como nacieron, evolucionando paulatinamente hacia la inteligencia artificial las apps Via+, Valeria + y Redile.

P. Usted no se olvidó de la situación que atraviesa su país natal…

R.Dados estos progresos me pareció necesario, colaborar con república Dominicana, reducir una brecha de desigualdad que ha sido dramática durante décadas. Fue así como surgió el proyecto “Quisqueya Habla”. Contacté una universidad de allá que me ayudó a trasladar la experiencia gallega a República Dominicana. Y buscamos así una asociación que trabaja con todo lo relacionado con neurodesarrollo. Y luego otra, con una escuela especial. Es un proyecto pensado para niños de escasos recursos. Entonces hicimos un pequeño congreso con psicólogos, y luego un taller formativo con más de 60 profesionales. Llevamos a los centros de rehabilitación unas tabletas que tienen instaladas la aplicación que desarrollamos aquí, que es la de evaluación de audición y lenguaje, que se llama Via+. Hablo de una primera fase del proyecto, que es en la que estamos actualmente. Para la segunda estamos en función de llevar a Valeria+, es decir, el asistente virtual de rehabilitación. Hasta el momento, en Dominicana hemos tratado a más de 60 niños, y aquí en Galicia, la cifra supera los 40; es decir, más de cien niños con trastornos del lenguaje tienen hoy una esperanza real.

P.¿A qué desafíos se enfrenta este proyecto que usted lidera?

R.Al hecho de que se trata de una carrera a contrarreloj, pues hay un momento idóneo para tratar la sordera y los trastornos del lenguaje, y nuestra oportunidad de intervención, resulta ciertamente muy limitada, teniendo sobre todo en cuenta lo mucho que nos retrasan las listas de espera. Nuestra meta es potenciar la atención temprana que deben recibir los niños entre el nacimiento y los seis años para aprovechar el período crítico de desarrollo mental. La idea es que el asistente virtual trabaje con los padres de los niños. La idea es que se rehabiliten en casa, donde la familia sea el eje fundamental, atendiendo a las necesidades de cada contexto.

LAS FRASES

• “Fue aquí entonces donde empecé con esta idea de poner mi granito de arena”
• “Entonces mi esposa me preguntó: “¿Cómo puedes hacer para ayudarles?”
• “Me pareció necesario, colaborar con República Dominicana, reducir una brecha histórica de desigualdad”