Esperanza Cortiñas sopla las 109 velas en Ourense con el deseo de “visitar Nueva York”

ABUELA DE GALICIA

La abuela de toda Galicia, Esperanza Cortiñas, residente en el barrio ourensano de A Ponte, está este miércoles de cumpleaños

Esperanza Cortiñas sopla las velas ante la presencia de dos de sus hijas
Esperanza Cortiñas sopla las velas ante la presencia de dos de sus hijas | Miguel Ángel

En el año 1916, en medio del reinado de Alfonso XIII, la esperanza de vida al nacer de las mujeres en España apenas superaba los 40 años de promedio, en un contexto social y sanitario muy duro, con unas condiciones que provocaban una mortalidad infantil muy alta, incluso empeorando un par de años más tarde debido a la gripe española.

109 años después, contra todas estas dificultades, Esperanza Cortiñas supera ya en cerca de 70 años a la esperanza de vida del momento de su nacimiento. La ya consagrada como abuela de Galicia, sopla hoy las velas, con muchas ganas de vivir y seguir disfrutando de sus partidas diarias de cartas y de sus bailes dominicales.

La rutina de la centenaria está muy consolidada: “Me levanto, lo primero que hago es vestirme y luego vamos a tomar un chupito, todos los días”, confiesa Cortiñas, que tiene su dosis de licor café como una de sus claves.

Esperanza Cortiñas no perdona su dosis de licor café
Esperanza Cortiñas no perdona su dosis de licor café | Miguel Ángel

La pontina reconoce que solo hace dos comidas al día, almuerzo y cena, aunque “come bastante”, como indica una de sus hijas. “Mis comidas favoritas son el caldo de carne y me gusta mucho el cordero”, expresa, aunque come de todo y principalmente comida sana basada en muchas legumbres, carne y huevos.

Combatir el sedentarismo tanto físico como mental, es una de las claves de su vitalidad. Por las tardes raro es que se quede en casa, ya que echar la partida es una de us grades aficiones. “Siempre bajamos y nos vamos al centro a jugar a la brisca”, manifiesta Cortiñas. Una actividad que no hace solo para pasar el tiempo, sino que para ganar: “Me gusta mucho ganar, ¿a quién le gusta perder?”, resalta la cumpleañera, que denota su gen competitivo. “Hay tardes que gana todas las partidas de las cuatro hasta las seis y los demás nada”, destaca una de sus hijas.

Pero si hay algo que le gusta y que define a Esperanza Cortiñas es bailar, ejercicio que sigue realizando todos los domingos. “El baile es lo mejor porque mueves todo el cuerpo y estás en marcha todo el tiempo”, explica, además de anunciar que “este domingo aún voy a ir a cinco piezas”.

Infancia dura

La vida de esta mujer no fue siempre tan tranquila como en la actualidad, sino que sus primeros años fueron verdaderamente complicados. Reconoce que sus primeros recuerdos “son malos porque entonces era otro mundo, más atrasado”.

Cortiñas manifiesta que “me crié con unos señores porque mi madre marchó a Cuba” y confiesa que “en aquellos tiempos me pegaban, me llevaban a la finca de los vecinos y después me raspaban el cuerpo, pero al final salí adelante”.

Dedicó su infancia “más bien trabajar, menos cuando llovía mucho, que no iba con las vacas al campo, pues iba al colegio. Aprendía muy bien, sabía multiplicar por tres cifras, aunque era solo una niña”.

Posteriormente, Cortiñas se casó y tuvo tres hijas y el mejor momento de su vida llegó “después de que me marché para Francia, empecé a trabajar allí y empecé a ganar. Era mucho mejor la vida, aunque trabajaba mucho”.

En el país galo estuvo “durante unos 14 años”, para luego regresar a Ourense, instalándose en el barrio de A Ponte donde ya lleva cerca de medio siglo.

Sueños por cumplir

A pesar de haber pasado por etapas complicadas, Esperanza Cortiñas reconoce que viviría los mismos 109 años que hasta ahora: “No cambiaría nada”.

Pero su vitalidad todavía le permite soñar con nuevas metas en su viaje vital y su principal deseo de cumpleaños es “ir a Estados Unidos, visitar Nueva York”.

Volar no es un problema para ella, ya que pese a la edad no se limita a hacer viajes. Mismamente, el año pasado realizo un viaje de ida y vuelta en avión a París para visitar a una nieta. “Me trataron muy bien en el viaje y se va y se viene rápido, que es lo importante”, señala.

Además, también realiza viajes en tren asiduamente a Alicante para visitar a una de sus hijas, mostrando una energía asombrosa.

Contenido patrocinado

stats