Olaya Rodríguez, vecina del edificio incendiado en Ourense: “Lo hemos perdido todo"

A las 5:10 horas de la madrugada de este sábado los agentes de la Policía Local que se encontraban realizando un control de alcoholemia en la Avenida de Santiago, en la ciudad de Ourense, fueron los primeros en detectar el humo saliendo de un edificio de la misma calle. Inmediatamente alertaron a los vecinos, así como también a los servicios de emergencia, que acuedieron al lugar afectado con tres dotaciones de bomberos inicialmente, junto con asistencia sanitaria por si fuese necesario.

Los vecinos, tanto del edificio por el que se extendían las llamas como de los inmuebles colindantes, fueron evacuados de inmediato sin que ninguno de ellos resultase herido o hubiese inhalado humo procedente de las llamas del incendio. Los propietarios de las viviendas vieron desde la calle cómo sus propiedades eran devoradas por las llamas mientras los bomberos trataban de sofocarlas por todos los medios.

"Ni me salen las lágrimas"

El edificio incendiado, de construcción antigua, cuenta con un total de tres plantas con dos viviendas en cada una. Olaya Rodríguez y Maite Puga son dos de las vecinas que viven en la última planta del inmueble, que ha quedado completamente destrozado al caer la cubierta calcinada sobre sus viviendas.

Olaya Rodríguez aseguraba que “lo hemos perdido todo, nos han dicho que el techo se ha venido abajo sobre nuestra casa. Aún no le he asimilado, ni me salen las lágrimas”. La vecina cuenta que la despertó su padre a las 5:00 horas de la mañana y salieron con lo puesto. Sobre la causa apunta que “lo más seguro es que haya sido un toxicómano”, ya que explica que el portal de entrada está forzado y es habitual que suban a dormir y a fumar o drogarse este tipo de individuos. La vecina del barrio ourensano de O Vinteún vive con su pareja, sus dos hijos y su padre.

"No tenemos otra familia aquí"

Maite Puga, la otra vecina del tercero, fue alertada por los agentes que se encontraban realizando un control de alcoholemia y que corrieron a avisar a los vecinos del edificio. “Nos enteramos porque nos avisó directamente la Policía desde el telefonillo”. De origen cubano, tiene 56 años y vive con su hija Rosi de 23. Se encuentra actualmente en paro y su hija es estudiante por lo que esto es “un palo tremendo del que veremos como podemos recuperarnos. No tenemos otra familia aquí, solo amigos y vecinos que son los que nos están ayudando en estos momentos”. La vecina afectada confirma los problemas en el bloque que también achacó su vecina, Olaya Rodríguez: “Es recurrente encontrarse a gente durmiendo”.

Las dos familias apuntan que los seguros ya les han ofrecido la alternativa de un hotel para pasar la noche.