Zulema González: árbitra de fútbol: "Hay que humanizar la figura del árbitro, conocer su trabajo"
afilando inconformismos
La árbitra de fútbol de la Primera División Femenina de España y árbitra FIFA nacida en Ourense, Zulema González, afila su inconformismo con La Región y nos acerca a su profesión y todo lo que hay tras ella
Zulema González, (Ourense, 1992), es árbitra de fútbol de la Primera División Femenina de España y árbitra FIFA. Pero además es educadora, trabaja en terapia con animales, psicóloga y entrenadora. “Creo que todo, de alguna manera está enlazado con el arbitraje”. Reconoce que este trabajo conlleva sacrificios, “no salir, no ir a bodas, más de siete años sin estar en Reyes en casa”, pero “compensa”. Afirma que “la base de este trabajo es que el jugador te respete y tú respetar al jugador también. Hay que facilitar la conversación. Parecía hace unos años que no se podía hablar con el árbitro. A día de hoy, dentro de unos cánones, el capitán va a hablar, se explican las decisiones y eso favorece que haya un entendimiento de las partes y que así sea más fructífero el trabajo”.
Pregunta.Una de las definiciones de la RAE para la palabra árbitro dice: “es una persona que, como autoridad reconocida o designada por las partes, resuelve un conflicto o concilia intereses”. ¿Fuera del campo se ha visto alguna vez en una situación así?
Respuesta.Creo que sí. Empecé de árbitra tan jovencita que todo eso lo he extrapolado a mi vida diaria. A veces veo un conflicto y hasta hago la broma de “oye, que no me traigo las tarjetas”. Al final el arbitraje te va dando, a través de la experiencia, muchísimas herramientas para aprender a mediar directamente con muchas situaciones y, sobre todo, a entender a las personas y la situación que pueden estar teniendo. En la vida cotidiana también es entender el momento que vive la persona. Nunca dar por sentado algo.
P.Cuando está en el campo, ¿es más necesario hacer oídos sordos o tenerlos muy abiertos?
R.El equilibrio total entre las dos cosas. Es decir, tienes que saber lo que está pasando pero también cómo medir, en ese momento, la información que te está llegando. A veces, por unos instantes, es mejor haces que no estás escuchando y tomar la decisión un minuto más tarde, con el ambiente mucho más tranquilo. En otras ocasiones tiene que ser inminente.
P.Ha pensado alguna vez “me equivoqué”.
R.Sí, está claro que somos humanos. El error forma parte de la profesión, va con nosotros. Somos los primeros a los que les fastidia. Ya me pasaba cuando era amateur, que arbitraba a niños, y me iba con mal sabor de boca porque al final juegas con el trabajo de esos niños, de esa ilusión. Ahora en el ámbito profesional, que encima sabes que va una nota, que tu profesión y tu trabajo puede depender de esa nota o que puedes influir en una eliminatoria, te vas con un sentimiento de... Por eso el VAR es tan útil.
P. Beckenbauer dijo: “En algún momento ni siquiera necesitaremos árbitros. Los drones verán todo lo que sucede en un campo”. ¿Cree que llegará?
R.Creo que sería totalmente imposible, porque al final somos personas y los que juegan son personas, y hay que entender el contexto. Viendo una jugada nos encontramos con muchos grises, hace falta una persona para tomar la decisión. Es imposible meter los patrones totales en un robot. Después hay muchas cosas que son de percepción, de situación, de movimiento y para eso hace falta una persona que evalúe todo lo que está alrededor.
P.En los últimos tiempos vemos serias agresiones a los equipos arbitrales, incluso a menores. ¿Ante esto qué tenemos que hacer?
R.Esto es una lacra que aún sigue a día de hoy en la sociedad, tristemente. Es increíble que perduren estas situaciones. Se supone que hemos avanzado en muchas cosas, como en la tecnología, pero en otras seguimos en las cavernas, seguimos peleándonos y casi a palos. Tenemos que ser conscientes que cuando vamos a un campo de fútbol, vamos a valorar el trabajo de personas y que el árbitro es un trabajador más, una persona que tiene el derecho a fallar, que todos fallamos. Se nos olvida que el fútbol es un deporte, que no es cuestión de vida o muerte tampoco para nadie, aunque haya muchos intereses y dinero por el medio. Hay que humanizar la figura del árbitro, que se conozca su trabajo. Somos deportistas 24 horas siete días a la semana, a todos los niveles, y hay mucho trabajo de preparación previa antes de salir al campo. El niño o el jugador profesional también falla un penalti. Es normal el error, forma parte del trabajo.
P.Cuando son los padres los agresores, ¿no permitirles entrar en el campo podría ser una solución o es muy drástico?
R.Creo que es la solución, tristemente. Parece que a la gente, o le tocas el bolsillo o le das directamente a nivel penal. Si no, no son conscientes de lo que están haciendo. A veces pienso, ¿por qué no se grabarán a ellos mismos en un partido? Creo que si ven cómo estaban ese domingo, no se reconocerían. Esto es un deporte, es educación y se nos olvida y, sobre todo, en qué categorías estamos. Que son niños. No podemos pretender que de lunes a viernes estén en un colegio, les eduquemos, que no insulten, que no se peleen, que se porten bien y llegue el sábado y seamos los primeros, los padres, los camándulas que la vayamos montando.
P.¿Qué fastidia más, los insultos de la afición o las declaraciones de jugadores, entrenadores, directivos…?
R.Me fastidia más lo que viene del campo, porque interpreto que esa gente tiene una formación. Un partido de fútbol lo puede ver cualquiera, me puede estar insultando alguien que ni siquiera tiene un conocimiento mínimo sobre las reglas, por lo que no te lo puedes llevar a lo personal ni lo puedes tener en cuenta. Sí molesta más ese comentario de alguien que sabe lo que es trabajar para un partido durante toda una semana, involucrarse, y que luego haya palabras o cosas y piensas... no están valorando mi trabajo, lo están cuestionando.
P. Ser mujer ¿sigue siendo complicado?
R.Sigue siendo complicado, seguimos siendo minoría, pero sí que siento que ya es más normalizado. Ya no extraña tanto. Lo que sí es que los insultos, a veces, tristemente siguen llevando connotaciones que van acorde al sexo del que está en el campo, en vez de a la función que está realizando o su trabajo.
P.¿Ourense es un buen sitio para la cantera?
R.Sin duda. Tenemos profesionales que han llegado a Primera División. Trabajamos muy bien, en los entrenamientos, el grupo humano que hay detrás de todo lo que es el arbitraje, se forma una cohesión maravillosa. Eso es lo que hace que Ourense sea potencia. Mi orgullo de esta delegación es el gran número de mujeres, seguimos siendo una de las ciudades con más mujeres. Eso es porque tenemos compañeras referentes a nivel gallego y a nivel español. Eso abre las puertas a que muchas niñas ya vean la figura del árbitro como una opción.
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