Galicia, frente al reto de la nicotina entre adolescentes
VAPORIZADORES
El uso de vaporizadores y otros dispositivos similares se ha disparado en los últimos años
Durante años se ha pensado que vapear o usar productos como bolsas de nicotina era una alternativa más segura a fumar tabaco. Sin embargo, la evidencia científica más reciente muestra que no importa cómo se consuma la nicotina: el corazón y los vasos sanguíneos siguen pagando el precio.
La nicotina no es un estimulante inocuo, sino una sustancia altamente adictiva que afecta directamente al sistema cardiovascular y contribuye a daños en el corazón y en las arterias.
Dejar de consumir nicotina no solo mejora la salud cardiovascular, sino que también reduce el riesgo de cáncer, enfermedades respiratorias y otros problemas crónicos, además de mejorar la calidad de vida en general. Cuanto antes se tome la decisión, más rápido empezarán a sentirse los beneficios.
Cada vez más estudios y expertos coinciden en que ningún producto con nicotina es seguro para el sistema cardiovascular, ya sea un cigarrillo tradicional, un cigarrillo electrónico, un dispositivo de tabaco calentado o las bolsitas de nicotina oral. Esto se debe a que la nicotina provoca aumento de la presión arterial, estrés sobre el corazón y deterioro de los vasos sanguíneos, lo que eleva el riesgo de enfermedades cardíacas y otros problemas de salud, independientemente del método de consumo.
Jóvenes
Un aspecto que preocupa especialmente a las autoridades sanitarias es la adicción entre adolescentes y adultos jóvenes.
El uso de vaporizadores y otros dispositivos novedosos que sustituyen al tradicional cigarro se ha disparado en los últimos años, incluso entre personas que nunca antes habían fumado, convirtiéndose en una puerta de entrada a la dependencia de la nicotina. El marketing con sabores atractivos y la fuerte presencia en redes sociales han contribuido a que muchos jóvenes comiencen a vapear sin ser plenamente conscientes de los riesgos asociados.
Galicia
En Galicia, el consumo de tabaco sigue siendo un problema de salud pública significativo. Aproximadamente uno de cada seis residentes fuma tabaco regularmente, aunque el porcentaje ha ido disminuyendo con el tiempo gracias a las políticas de control de tabaco y campañas de concienciación. El objetivo en la comunidad es reducir el consumo diario de tabaco en adultos por debajo del 15% y en adolescentes por debajo del 5% en los próximos años, con nuevas leyes que equiparan los vaporizadores al tabaco convencional y prohíben su uso en menores de edad.
Además, un porcentaje notable de adultos jóvenes vapean, y aunque la prevalencia del uso de cigarrillos electrónicos es menor que la media española, sigue siendo preocupante porque puede iniciar una adicción a la nicotina en personas que de otro modo no habrían empezado a consumirla.
Además, los menores de edad están expuestos a productos con nicotina desde edades tempranas, y aunque las cifras de consumo de tabaco entre ellos han descendido en los últimos años en España, sigue habiendo jóvenes que encienden su primer cigarrillo alrededor de los 14 años, y muchos han intentado dejar de fumar sin éxito.
Recomendaciones
Dejar de consumir nicotina no es fácil, pero cuanto antes se abandone el hábito, mayores serán los beneficios para la salud. Algunas recomendaciones basadas en evidencia para dejar el hábito incluyen establecer una fecha para dejar de fumar o vapear y comprometerse con ella, marcando metas claras y realistas. También ayuda, especialmente bajo prescripción médica, utilizar ayudas farmacológicas aprobadas, como parches, chicles o inhaladores de nicotina, que pueden reducir los síntomas de abstinencia.
Además, es importante buscar apoyo profesional, como médicos, enfermeras o servicios especializados en cesación de tabaco, que pueden ofrecer estrategias personalizadas.
Por otra parte, integrar apoyo psicológico o terapias conductuales se ha demostrado como una solución muy efectiva, ya sea individual o en grupo, para abordar la dependencia psicológica y los desencadenantes emocionales, así como evitar situaciones de alto riesgo, como lugares o personas asociadas al consumo, especialmente en los primeros meses, al igual que compartir el objetivo con amigos y familiares para recibir respaldo y evitar recaídas.
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