Competiciones para divertir, integrar y que todos ganen en San Cibrao das Viñas

PROGRAMA A MAIORES

El proyecto intergeneracional “A Maiores” cerró su ciclo de 2025 en San Cibrao das Viñas

La jornada de intercambio y juegos se convirtió en tiempo de calidad para los asistentes. | La Región

El programa intergeneracional impulsado por La Región, “A Maiores”, cerró su ciclo de 2025 ayer en el Pabellón Polideportivo Municipal de San Cibrao das Viñas. Durante el encuentro, que englobó un conjunto de actividades competitivas de carácter lúdico, participaron 57 niños, quienes forman parte del campamento de Navidad organizado por el Concello local, y una veintena de mayores de 65 años.

el sentido de este proyecto, encargado de alejar soledades y ofrecer tiempo de calidad a personas que siempre merecen atención

Renacer de la infancia

Ante el pedido del fotógrafo, el grupo alzó los brazos como previa de una diversión que tuvo en los dos grupos sonrisas y ocurrencias multiplicadas por el sentido de este proyecto, encargado de alejar soledades y ofrecer tiempo de calidad a personas que siempre merecen atención; además de inculcar a los niños el respeto e incentivar la curiosidad por hacer preguntas a quienes han visto y vivido tanto.

Nayara Taín, 13 años.
Nayara Taín, 13 años.
Nayara Taín: “Me parece una idea bastante original traer a los abuelos aquí para competir con nosotros”

En la derecha del pabellón, sentados en la grada con mayores delante y pequeños en la zaga, inició un juego de mímica que buscaba hacer de la imaginación su más efectiva herramienta; sin embargo, las temáticas a representar eran claras: personajes famosos del imaginario colectivo como los Reyes Magos, acciones cotidianas o antiguos oficios debían ser los imitados con gestos.

Mayores y pequeños a través de la mímica adivinaron canciones, objetos y oficios.
Mayores y pequeños a través de la mímica adivinaron canciones, objetos y oficios. | Xesús Fariñas
“Divertímonos máis que os rapaces, somos vellos pero tamén rapaces”

En la izquierda de la cancha, dos filas de encestadores compuestas por niños y mayores calibraban su puntería y luego lanzaban bolas hacia los agujeros en el tablero del juego de la rana. Con cada acierto, los veteranos jugadores se felicitaban entre sí, dándole paso a los chicos, quienes no fueron menos en el cálculo y la destreza. “Divertímonos máis que os rapaces, somos vellos pero tamén rapaces”, afirmó María Iglesias, quien llevaba 50 años en Suiza, ha regresado a Galicia y sentido renacer su infancia con este encuentro.

María Iglesias, 72 años.
María Iglesias, 72 años.
María Iglesias: “Me siento como si fuera una niña también jugando y divirtiéndome con los peques”.

Mientras continuaban los lances, en el sector de la mímica, el equipo de mayores secreteaba sobre qué imitar para despertar la imaginación de los chicos y, mediante ruedas y chifles invisibles, la palabra “afiador” salió del público más inquieto. Representar el famoso villancico “Mi burrito sabanero” o mover las manos en forma de molinillo de café también aparecieron como una forma de manifestar cómo se vive y entiende la memoria colectiva entre la infancia y la venerabilidad de los años.

Paco Barreal, 73 años
Paco Barreal, 73 años
Paco Barreal: "Disfruto compartir con los chicos y es bueno recordar con juegos cosas que se hacían antes".
“O fundamental é manter desperta a intelixencia destas persoas maiores que están todos estupendos, e tamén que os nenos aprendan cousas do pasado e os maiores cousas de hoxe”

Integrar y divertir

Marta Nóvoa Iglesias, alcaldesa de San Cibrao, señaló acerca de este encuentro: “É unha actividade moi ben organizada, como se pode ver, e é moi valorada, e xa vedes que hai bastantes asistentes. O fundamental é manter desperta a intelixencia destas persoas maiores que están todos estupendos, e tamén que os nenos aprendan cousas do pasado e os maiores cousas de hoxe”.

Beltrán Domínguez, 13 años
Beltrán Domínguez, 13 años
Beltrán Domínguez: "Es una actividad muy chula que podría hacerse cada año para compartir más con los abuelos".

La jornada, concebida con juegos para integrar y divertir, incluyó también un bingo de curiosidades donde se intercambiaron preguntas y ocurrentes respuestas de quienes resultaron afortunados. A lo largo de las casi dos horas que duró el encuentro, el pabellón cibrense se llenó de ecos y felices exclamaciones como si se disputara un campeonato donde todos sus competidores, mayores y pequeños, fueron ganadores.

Contenido patrocinado

stats