El exalcalde de Ourense José Luis Mondelo prueba suerte en "First Dates": "No tengo que dar explicaciones a nadie"

A sus 78 años, José Luis Mondelo, quien fue alcalde de Ourense en 1990, decidió buscar el amor en el programa de televisión "First Dates". Este abogado de larga trayectoria, también expresidente de Cruz Roja y antiguo consejero de Caja Pontevedra, mantiene un estilo de vida activo: "Tengo muchas amistades y me encanta hablar con la gente", afirma. Viudo y sin descendencia, vio en el programa de citas de Cuatro una oportunidad para encontrar a alguien especial.

José Luis presentó su candidatura en septiembre, indicando su preferencia por conocer a una mujer gallega, aunque aseguró no tener prisa en ser seleccionada.

Para su sorpresa, el equipo del programa lo contactó rápidamente para grabar en Madrid. Allí, lo emparejaron con Isabel, una gijonesa de 70 años, jubilada del ámbito administrativo y madre de un hijo. "La conversación no fluyó como esperaba. A veces daba la impresión de que mencionaba lugares que realmente no conocía, y eso me dejó algo desconcertado", comentó José Luis.

Durante el encuentro televisivo, el exalcalde describió a Carlos Sobera el perfil de la compañera que busca: alguien tranquila, sensata y con valores. Incluso compartido con el presentador una foto de Raquel Abella, su difunta esposa.

Sin embargo, la cita con Isabel no resultó exitosa. Las dificultades de audición que ambos compartían complicaron la comunicación en varios momentos, y mientras Isabel lo describió como algo egocéntrico, José Luis opinó que ella carecía de cierta formación.

A pesar de las diferencias, ambos concluyeron la velada con un momento más íntimo en una sala privada, donde José Luis, tras un baile al ritmo de Juan Luis Guerra, intentó besarla.

Isabel rechazó su propuesta, aunque accedió a mantener el baile. En el desenlace, expresó su interés en un segundo encuentro: "Eres una mujer especial, de las que ya no quedan muchas".

Sin embargo, Isabel prefirió dar por terminado el contacto, sugiriendo una posible amistad, lo que no complació del todo al ourensano. "Si quieres que nos veamos, tendrás que llamarme tú, porque no estoy dispuesto a rogar por amor", concluyó.