Carlos Blas recibe la medalla a una vida política y sindical
El veterano militante comunista fue homenajeado en un emotivo acto, en la villa barquense
El barquense, aunque de origen madrileño, Carlos Blas Rodríguez, recibió ayer la última medalla diseñada por el fallecido Isaac Díaz Pardo, en Sargadelos. Con las siglas del Partido Comunista de Galicia (PCG) en el centro, en ella puede leerse el lema 'O mundo ten que cambiar de base. Toda unha vida co PCG'. Se la entregó el presidente honorífico del partido, Manuel Peña Rey, en un acto que cierra el homenaje que en 2010 organizó la formación comunista para reconocer la labor de quienes llevan en la militancia desde antes de 1968, cuando se creó la federación gallega.
El homenaje de ayer es el colofón a un reconocimiento que comenzó hace quince meses, en el Auditorio de Galicia, en Santiago, un acto al que no pudo asistir el dirigente obrero barquense. En noviembre de 2010, fueron casi un centenar de militantes homenajeados.
En el Consistorio barquense no faltaron las palabras de agradecimiento a Carlos Blas, por su labor dentro del movimiento obrero y tampoco los mensajes de carácter político. 'A situación é tremenda. Estanse perdendo as conquistas conqueridas coa loita destas persoas, por quenes pelexaron, moreron ou foron torturados', dijo Manuel Peña Rey, presidente honorífico del PCG. 'Reivindicamos la vigencia del comunismo y la necesidad de ligar el pasado con el presente y las luchas de hoy', afirmó Rubén Pérez, secretario de Organización. 'Somos un país intervido dende sempre', añadió Carlos Portomeñe, secretario general de la formación comunista.
Hay quien piensa que una revolución se puede organizar por teléfono'
Carlos Blas Rodríguez llegó a O Barco en 1955 desde su Madrid natal. Desde muy joven militó en movimientos obreros (actualmente, en CC.OO.), y en el PC, fue detenido y fichado por la Dirección de Seguridad. En la actualidad, con 75 años, su hablar pausado desborda experiencia.
¿Qué valoración hace de la difícil situación económica y social actual?
Hay un retroceso bestial del movimiento obrero y no es por algo de lo que no tuvimos la culpa los trabajadores, sino por mala administración y por un capitalismo que no se satisface nunca. El marxismo dice que las crisis son cíclicas.
¿Observa cierta crisis de valores?
Se había llegado a un nivel de vida satisfactorio, pero se empezó a potenciar el poseer: un coche, una casa... Antes, la cómoda del abuelo la querían todos los nietos y ahora el comedor hay que cambiarlo a los dos años. Este consumismo no tiene sentido.
¿Los sindicatos pueden tener alguna responsabilidad?
El movimiento sindical fue contagiado. Salpica a todos. Si todos viven bien, yo también. Somos humanos. Lo básico del individuo está en la educación. El movimiento sindical es una necesidad muy grande para los trabajadores, pero hay gente que piensa que llamando por teléfono montas una revolución. Para conseguir algo hay que hacer militancia activa.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Lo último