La pérdida del Pozo do Demo, un “durísimo” golpe para Verín

El icónico enclave del Pozo do Demo, situado en el Montemaior de Cabreiroá (Verín), con su banco-mirador con vistas al valle del Támega y un sendero de 11 kilómetros en el que se venía disputando una prueba internacional de ciclismo de descenso, es otro patrimonio natural de la comarca que los devastadores incendios de agosto se han cobrado como víctima.

Las imágenes aéreas, la cartelería que señaliza la ruta y el mirador, destartalado y carbonizado, no dejan lugar a dudas. Pese al incansable trabajo de los vecinos de Cabreiroá, día y noche durante tres días, el fuego iniciado en Vilardecervos (Vilardevós) acabó arrasando este entorno.

Al calcinarse se ha perdido una gran biodiversidad, tras arder cuatro tipos de pinares y otras especies, como por ejemplo cedros del Atlas de 40 metros y alcornoques. Además, se desvanece también una importante fuente de atractivo turístico, paisajístico y deportivo, con un retorno económico del que se beneficiaba Verín y alrededores.

La puesta en valor del sendero, que la villa comparte con Vilardevós, tuvo lugar en 2014, con su señalización y la instalación del mirador. Desde hace cuatro años se venía celebrando el DHI Pozo do Demo, una prueba ciclista internacional de categoría C2 UCI que formaba parte de la Copa de España de Descenso en mountain bike.

Organizada por el club Bicicletas Chinquenas Racing Team, el año que viene tenía previsto subir a la categoría C1. Por otra parte, en el circuito se estaba ultimando crear una prueba de trail running (carrera de montaña).

Lucha contra el fuego

La desgracia sobrevino al Pozo do Demo el pasado 13 de agosto, pese a que los vecinos “volcáronse ao 200% durante tres días”, subraya Manuel Sanmamed, que a su vez es el presidente de la comunidad de montes mancomunados de Cabreiroá. Verlo ahora carbonizado es un “duro” golpe a nivel “ecolóxico e sentimental, meu fillo non entende por que agora todo está negro”, afirma.

Los gestores del monte habían hecho los deberes, gracias a fondos propios y los equipos de preventivos de la BRIF de Laza. En los últimos tres años, entre subvenciones y aportes de la comunidad de montes, se habían gastado “60.000 euros” en labores de prevención que fueron “útiles durante os primeiros tres días nas franxas de prevención, sempre apoiados pola veciñanza”, asegura el presidente.

Lamentablemente, el fuego acabó por reactivarse el sábado 16: “Como non se deu liquidado, xuntouse cos outros lumes, e o domingo consumouse a traxedia”. Según sus estimaciones, en total ardieron alrededor de 260 hectáreas, 220 de ellas de arbolado.

Recuperación “inmediata”

Manuel confirma que ya se encuentran trabajando en la recuperación de la zona: “Para que o monte rexurda, cómpre cortar a madeira o antes posible, para que non enferme e pudra, e desbrozar para que rexenere”. Sobre el circuito ciclista, más adelante tocará “comprobar o estado do trazado orixinal e valorar se se modifica”.

En cuanto al proceso de reforestación de las especies arbóreas, el tipo de pinos que abundan en el Pozo do Demo son pirófilas, por lo que las propias piñas sueltan semillas al arder y deberían volver a brotar. Pero en las zonas próximas a la autovía se están planteando realizar plantaciones de “frondosas e outras variedades autóctonas”.

Un entorno con historia

Este paraje natural, con una rica historia —que atestigua la presencia de lagares rupestres— fue también uno de los escenarios en los que se libró en 1809 la batalla del valle de Monterrei, en el marco de la Guerra de la Independencia Española.