Cernego llora: “Solo pido una habitación y una cocina”

EL FUEGO ARRASA OURENSE

Los vecinos de esta localidad perteneciente al concello de Vilamartín lamentan cómo ha quedado el pueblo, aunque pudo ser peor si no llega a ser por un héroe en la localidad.

Galería | Cernego, arrasado por las llamas
Galería | Cernego, arrasado por las llamas | Álex Lorenzo

Cernego es un pequeño pueblo perteneciente al concello de Vilamartín que en verano puede superar el centenar de vecinos. El pasado sábado, 16 de agosto, la parte alta de la aldea fue arrasada por las llamas, dejando a sus habitantes sin casa y sin recuerdos. A Cernego se accede desde Vilamartín por una carretera de poco más de cuatro kilómetros, rodeada de bosques ahora arrasados por el fuego. Según se llega a la localidad se aprecia cómo la parte baja se salvó de las llamas. Para llegar a la parte alta hay que pasar por la plaza, donde se encuentra el bar. Allí vemos a Manoli, una de las vecinas más afectadas, que nos cuenta que apenas pudo salvar algunas pertenencias. Ahora, lo único que pide es “una habitación y una cocina”.

María y Manoli son dos de las residentes en una de las viviendas afectadas por el fuego, ahora lo único que piden es una cocina y una habitación para volver al pueblo
María y Manoli son dos de las residentes en una de las viviendas afectadas por el fuego, ahora lo único que piden es una cocina y una habitación para volver al pueblo | Álex Lorenzo

Al llegar a lo que fue su vivienda, nos encontramos con su hija María. Ambas recordaron que la casa tenía dos plantas, seis habitaciones y, en la parte superior, una bodega y un huerto: “Que ya no existen”. También explicaron que bajo ese techo solían reunirse “hasta 24 personas en verano”. Otro de los testimonios es el de Jorge, un ciudadano colombiano residente en la localidad. Él lo perdió todo y se quedó únicamente con lo puesto. “Los vecinos me dijeron que no podía irme, me dejaron una casa y me compraron ropa”, relató entre lágrimas tras ver cómo el fuego destruía la vivienda que había terminado de reformar tan solo tres días antes. “Mis herramientas de trabajo también estaban ahí”, añadió, recordando que trabaja como autónomo en la construcción.

Jorge, vecino de Cernego
Jorge, vecino de Cernego | Álex Lorenzo

Los vecinos hacen dos peticiones. La primera: “Que no os olvidéis de nosotros a partir de septiembre”. La segunda: contar la historia de Ahmed, un vecino que regresó al pueblo para apagar las llamas. “Unos dicen que subió en bici; lo que sí sabemos es que a las 4,30 de la madrugada estaba en una casa apagando fuego”, contaron. Ahmed no estaba en el pueblo en el momento del reportaje y tampoco fue posible localizarlo en su puesto de trabajo, pero para los vecinos fue un “héroe”.

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