El uso correcto de la chupeta en los bebés

La odontopediatra Nieves Bravo ofrece consejos sobre el uso del chupete

Chupeta
Chupeta

Lo más recomendable a la hora de usa el chupete es:

  • No introducirlo antes de 1 mes de vida si la mamá está con lactancia materna. La lactancia materna es la mejor alimentación que hay para el recién nacido y bebé por múltiples razones. Por salud general del bebé e incluso por salud de la madre. Y desde el punto de vista de la salud de la boca también. Es necesaria mucha más fuerza para lactar un pezón que para lactar la tetina artificial de un biberón y esta fuerza hace que crezcan mejor los huesos de los maxilares.
  • Si se usa chupete mantener un tamaño pequeño del mismo, no ir aumentado de talla a medida que el bebé crece. Mejor quedarse con el chupete de 0-2 meses o de 0-6 meses (dependiendo de las casas comerciales).
  • Su uso prolongado en el tiempo cuando el bebé/ niño es mayor provoca maloclusión dental: malas mordidas. Es decir que su uso durante mucho tiempo influye en el crecimiento de los huesos de los maxilares y en la forma que tendrá del tercio inferior facial. Influye tiempo de uso del chupete e intensidad de su uso.
  • Es necesario retirarlo cuando aparecen los molares temporales (de leche) entre 12-18 meses. Máximo cuando el niño tiene 2 años.

¿Cuáles son las características tiene que tener un buen chupete?

Debe tener la tetina lo más pequeña posible y el cuello, lo que va justo entre los rodetes gingivales o los dientes, lo más estrecho posible. Todo ello para evitar meter en la cavidad oral un objeto grande y que produzca deformidades.

Deber ser de silicona, no de látex.

Con escudo ventilado y sin argolla, además hay que evitar colgarlo porque así el niño lo tiene todo el tiempo accesible. Y también hay que evitar añadirle peso para que no aumente la intensidad de succión.

¿Qué tipos de tetinas existen?

Existen tres tipos principales:

A) La tetina redonda, de cereza o de bombilla. Desaconsejada porque altera más la forma del paladar.

B) La tetina anatómica. Por un lado es redondeada y por otro plana.

C) La tetina fisiológica o plana. Es la que más me gusta.

¿Qué alteraciones puede provocar el uso prolongado del chupete más allá del tiempo recomendado?

Puede producir malas mordidas o maloclusiones dentales. Éstas son de tres tipos:

  • La mordida abierta anterior: en donde no existe contacto entre sí en los dientes de delante, pero sí en los molares. El paladar se hace más alto y la presión del chupete en los dientes de arriba no permite que los dientes superiores bajen.
  • La mordida cruzada posterior en donde en anchura el maxilar superior es mayor y sobresale por fuera del maxilar inferior.
  • El resalte aumentado en el que al ver al niño de perfil están los incisivos de arriba muy por delante de los incisivos de abajo.

Además muchos niños que prolongan el uso del biberón y del chupete tienen la propiocepción alterada. Entre otras cosas retrasa las funciones orales y musculares normales del niño. Es frecuente que tengan problemas como mala pronunciación.

Dejar el chupete muchas veces supone una “pesadilla” para los padres. ¿Qué consejos nos puedes dar?

Esta es una pregunta estrella en las clínicas de odontopediatría.

Hay que enfocar el tema de una manera positiva. Veo muchas veces en la clínica que los papás piensan que es peor de lo que luego es en realidad y muchos me dicen que no fue para tanto. Tenemos que confiar en la capacidad de adaptación de los niños pequeños que es enorme.

El refuerzo positivo funciona muy bien, decirle “ya no lo necesitas, ya eres mayor” “Te entiendo mejor si hablas sin el chupete”… Es bueno que los niños no oigan va a ser imposible que lo deje porque ya el padre está reforzando que va a costar. Es necesario ir abandonando su uso durante el día.

Si lo usan para dormir quitárselo una vez ha conciliado el sueño.

¿Algún truco que funcione bien?

Hay cosas útiles que nos pueden ayudar a dejarlo como libros infantiles temáticos que hablan de dejar el chupete por ejemplo.

Algo muy útil y que funciona muy bien es dejárselo al ratoncito Pérez. Hace falta paciencia: puede haber quejas y lagrimitas unos días. La primera noche suele ser la peor. Por eso hay que buscar un momento bueno para el niño y para los papás. También hace falta perseverancia: ser firmes y saber que es lo mejor para ellos.

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