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¿En qué se parece un alpinista a un emprendedor?

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photo_camera Alpinista.

Un alpinista es alguien que pone los pies donde antes puso su imaginación. Del mismo modo, la acción de emprender supone convertir en realidad lo que antes fueron sueños.

Dicen que un alpinista es una persona que pone los pies donde antes puso su imaginación. He de confesaros que me encanta esta definición y de hecho la he utilizado en multitud de cursos y seminarios que he impartido a emprendedores y emprendedoras, porque para mí, la acción de emprender supone convertir en realidad lo que antes fueron sueños.

Es evidente que un alpinista, antes de acometer esa cima que tiene como sueño debe consultar planos e informarse de si otros alpinistas han intentado esa escalada y cómo la hicieron y qué dificultades les surgieron. Es muy importante esta labor de documentación ya que la montaña encierra secretos no siempre agradables y cuanto más anticipemos, menos sorpresas nos llevaremos. También es cierto que siempre hay quien está dispuesto a abrir una nueva vía que era desconocida hasta ese momento, aunque esto siempre conlleva el riesgo de la incertidumbre.

Querido emprendedor, ¿antes de abrir tu empresa o negocio has hecho esa labor de documentación sobre fracasos y éxitos empresariales anteriores?¿Estás preparad@ para abrir una nueva vía?

Calidad antes que cantidad

Una vez que ha invertido un valiosísimo tiempo en documentarse, informarse y entrenarse, a nuestro alpinista le toca el turno de comprar buen material. Siempre que he ido por Pirineos y me he encontrado con alpinistas profesionales me han dicho que si quieres subir a la montaña, a la hora de adquirir material siempre debe primar la calidad del mismo sobre la cantidad; no se trata de tener muchos crampones, piolets y cuerdas, sino de que lo que tengas (sea mucho o poco) sea de calidad. En la montaña no vale tener materiales no adecuados porque eso se paga, en ocasiones, con tu propia vida. Al igual que siempre estos alpinistas profesionales me han dicho que llevan solo lo que realmente sea importante y eliminan lo accesorio, porque ascendiendo, un gramo de más puede suponer demasiada carga.

Querido emprendedor, ¿qué te parece si compras un material de calidad para empezar? ¿Y qué te parece si compras ahora lo que puedas y ya irás comprando con el tiempo más? ¿Y estás seguro que te hacen falta tantas cosas como piensas para iniciar tu empresa?

Ha llegado el día de iniciar la escalada. En estos momentos, nuestro alpinista acaba de alcanzar el último campo base, ese sitio en el que se acaban las ayudas externas y, a partir de ahí, ya tocará asumir muchas decisiones que pueden comprometer la ascensión. Este instante es clave para hacer un último repaso de todo el material que llevas contigo y, sobre todo, es vital para hacer una visualización de cómo será la escalada. De hecho, es importante que la persona tenga la capacidad de visualizar en positivo la ascensión a la cima.

Querido emprendedor, ya han acabado los preparativos y la formación de inicio, así que ¿estás preparado para coger aire y empezar en breves esa “ascensión” que te viene por delante?

A caminar. A ascender. Es el momento de empezar la marcha y caminar. Sabiendo que el primer paso es necesario para dar el segundo paso, y que éste le llevará al tercero, así hasta que culmine la marcha. Igualmente, si le toca liderar al equipo de ascensión, en algunos momentos tendrá que asumir el dar el primer paso, marcar el camino correcto y dejar bien fijos los anclajes. Es en ese momento cuando el liderazgo no entiende de “medias tintas”.

Querido emprendedor, ¿ya estás caminando o estás esperando a que alguien lo haga por ti? ¿Tienes claro que tu liderazgo y tu influencia no lo podrás delegar en nadie?
Nuestro alpinista, después de un arduo camino, lleno de inconvenientes, en el que ha habido momentos en que tuvo tentaciones de dejar la ascensión, volver al campo base y abandonar su sueño, justo ahí, es cuando nuestro alpinista está en la cima disfrutando de la visión y contemplando ese horizonte que se abre ante sí.
Querido emprendedor, ¿sabes que no existen las metas regaladas? ¿Sabes que cuanto más te cueste alcanzar la “cima” mayor será la satisfacción de haberla alcanzado? ¿Estás disfrutando de lo que has conseguido?

Y justo en ese momento, nuestro alpinista ve otra cima más alta a su lado, y se pregunta a sí mismo, ¿y por qué no?
Y justo en ese momento, cuando estás disfrutando de lo conseguido, es cuando te preguntas, ¿por qué no intentar otro proyecto más?

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