Los heridos, tras ser dados de alta, y seis integrantes del clan, acudieron a la comisaría para identificar a las personas que les dispararon. Posteriormente, la Guardia Civil veló por su seguridad
El tiroteo en el CHUO puso en alerta a las fuerzas de seguridad, con un operativo conformado por la Policía Nacional, que asumió la búsqueda de los autores tras su identificación; la Guardia Civil, que cerró el poblado de A Fontela (Maside) y la Policía Local de Ourense, que acordó el recinto hospitalario para evitar nuevos enfrentamientos entre las familias enfrentadas.
Los agresores huyeron en dos vehículos tras ser compelidos para que cesaran en su actitud por el vigilante de seguridad del CHUO José Alberto Ramos. Los autores de los disparos fueron identificados por uno de los miembros del clan agredido, quien facilitó a las fuerzas de seguridad los nombres de Antonio Gabarri y dos de sus hijos, Daniel y Moisés.
Fruto de la información facilitada por un dotación del 061, que pudo ver como dos individuos de etnia gitana pudieran estar ocultando un bulto bajo unas escaleras de la Plaza de San Cosme, acudió la Policía Nacional, que detuvo en ese punto a dos de los autores de los disparos. Los heridos, tras ser dados de alta, y seis integrantes del clan, acudieron a la comisaría para identificar a las personas que les dispararon. Posteriormente, la Guardia Civil veló por su seguridad.
