Un ourensano en Turquía cuenta cómo ha vivido el trágico terremoto

Sobre las 4:15 (hora local) de la madrugada del lunes, parte de Turquía y Siria se vieron afectadas por un terremoto de gran magnitud, 7,8 en la escala de Richter. La catástrofe, entre el terremoto y las diferentes réplicas, se saldó con la vida de más casi 5.000 personas y más de 6.000 edificios derribados a lo largo de las horas que duró la actividad sísmica. Esta tragedia sorprendió al 2º entrenador del Galatasaray Club de Fútbol, el ourensano Ismael García Gómez, de 34 años, que lleva afincado en Estambul desde su designación como técnico del club el pasado mes de julio de 2022.

A Gómez el sismo no le afectó en primera persona, ya que la lejanía del epicentro del movimiento sísmico provocó que no repercutiera en Estambul, pero sí que mantiene contacto con conocidos y allegados que se encuentran afectados por el terremoto. El entrenador muestra su preocupación por la situación del país y relata cómo se encuentra el ambiente entre la sociedad turca: “La situación es dramática”, destaca Gómez.

Este terremoto se posiciona como el más dañino, en lo que respecta a pérdidas humanas, desde el que sucedió en agosto de 1999, el cual acabó con la vida de 20.000 personas.

La incertidumbre

El técnico ourensano continúa con su vida cotidiana, pero todo bajo un clima de incertidumbre y miedo sobre cómo avanzarán los días después de este fenómeno devastador, ya que la liga de fútbol, como otros eventos del país, interrumpieron su desarrollo ante los acontecimientos: “La próxima semana teníamos un partido en una de las regiones afectadas y lo han cancelado; esto va para largo”, comenta Ismael.

Además, el sismo afecta también al fútbol profesional turco personalmente, con desapariciones entre equipos de alto nivel: “Un jugador de un equipo de la primera división de fútbol de aquí está desaparecido”. A su vez, la virulencia de este fenómeno también se cebó con seres queridos de allegados del entrenador ourensano: “Hay compañeros de equipos de la zona afectada que tienen familiares en situaciones dramáticas por el terremoto”.

En Estambul, lugar de residencia de Ismael García, se respira una “relativa normalidad”, afirma el ourensano, pero con un trasfondo de tensión sobre las novedades que llegan sobre el tema: “Las muertes no paran de crecer”. El ourensano hace un esfuerzo por mantenerse informado, a pesar de la dureza del acontecimiento y confirma el despliegue gubernamental que se llevó a cabo por la emergencia: “Estamos en estado de máxima alarma”. A pesar de esta tragedia, el ourensano lo tiene claro: “no me planteo volver, para nada”.