RIBEIRA SACRA

Patrimonio en peligro de extinción

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photo_camera Impresionante imagen del monasterio de San Paio de Abeleda literalmente conquistado por la vegetación.

El 26 de junio, el conselleiro de Cultura recibió un curioso regalo: una botella de vino Peza do Rei con una carta en la que la asociación O Sorriso de Daniel le explicaba que “na etiqueta  poderá ver a imaxe do mosteiro, moito máis amable que a contemplación das súas ruinas”.

San Paio de Abeleda es una joya del románico gallego. Según explican en su web las expertas de Máis que Románico, algunos autores datan su fundación en el siglo X, aunque la iglesia es de finales del XII. Durante años, la vegetación y el abandono dominaron el lugar, hasta que la asociación O Sorriso de Daniel decidió tomar cartas en el asunto y organizar brigadas de limpieza para evitar la destrucción del edificio. 
“Actuamos siempre guiados por arquitectos y conservadores”, aclara Carmen Varela, secretaria de O Sorriso de Daniel, una asociación fundada en 2010 para defender el patrimonio artístico medieval gallego. Esta agrupación ha liderado todas las intervenciones para preservar este edificio, y ahora mismo están embarcados en la redacción de un proyecto para crear allí un taller estable de rehabilitación, proyecto que quieren presentar  a principios de 2016, si se convocan como cada año las ayudas autonómicas para este tipo de iniciativas. 


Son optimistas. “Tenemos la esperanza de que la candidatura de la Ribeira Sacra para Patrimonio de la Humanidad sirva para cambiar estas cosas”, dice Varela, que recuerda con una sonrisa varias anécdotas vividas en sus intervenciones en Abeleda. La más tierna, cuando los vecinos de una de las aldeas los esperaron con una mesa llena de bicas y bizcochos mientras trabajaban limpiando los caminos, para habilitar una ruta alrededor del monasterio de San Paio de Abeleda. Otra, agridulce, cuando cuatro franceses aparecieron en el templo mientras unos 25 voluntarios lo liberaban de silvas y les preguntaron en francés, inglés y español cómo ayudaba la Xunta en esos trabajos, porque no podían entender que aquella veintena de personas fuesen voluntarios y que esta joya del románico estuviese en semejante estado.


“Estábamos muy ilusionados con el proyecto de la empresa Gestab para convertir San Paio en un hotel museo que incluía un plan de talleres de recuperación de patrimonio”, explica Sara Inés Vega, alcaldesa de Castro Caldelas (PSOE). Pero ese proyecto, como tantos, lo paralizó la crisis económica. La alcaldesa recuerda que incluso llegó a haber un plan de catas en busca de aguas termales, que se quedó en nada, y que podría haber sido un gran revulsivo para el olvidado monasterio.
Por desgracia, aunque es uno de los más llamativos, el caso de San Paio de Abeleda no es único en la Ribeira Sacra. O Colado do Vento, desde Sober, lucha también para dar voz a estas ruinas silenciosas. Caminando con ellos desde Santo Estevo de Ribas de Miño, por el trazado de la Ruta da Ribeira Sacra do Miño, es posible descubrir una ruina románica usada como bodega, San Pedro de Cela, en la que restos románicos y una tumba antropomorfa esperan impertérritos al caminante.  De nuevo fueron los vecinos los que recuperaron esta ruina, que, aunque conocida, dormía entre silvas hasta que se impulsó la Ruta da Ribeira Sacra do Miño. Alfonso Campos, de O Colado do Vento, cree que el problema no es tanto de dejadez como de desconocimiento: “No se tiene idea del valor global del patrimonio de esta zona, necesitamos impulsar una visión de conjunto”.


abveleda1_resultEn la pequeña aldea de Cotillón (Pantón), un eremitorio de valor incalculable descansa en una casa particular, donde se usaba como bodega. La profesora Flora Enríquez, muy conocida en la zona, fue una de las primeras personas en acceder al monumento; ella asegura que la capilla podría datar de los siglos VI y VII. Campos lamenta que semejante joya esté sin catalogar, cerrada porque el dueño de la casa vive fuera de Galicia. Lo mismo pasa en San Salvador de Asma, en Chantada. La parte sur del edificio, explica Carmen Varela, es propiedad de un particular y no permite el acceso; los vecinos han alertado de que se ha perdido uno de los tímpanos del templo, pero O Sorriso de Daniel no ha podido verificarlo.


Estos casos conviven con otros, como el de San Facundo de Ribas de Sil (Paradela), donde en la reforma del año 90 no se puso un canalón para el agua de lluvia, que ahora se ha filtrado, destrozando parte de las pinturas. También están en peligro, según O Sorriso de Daniel, las pinturas de Chouzán (Carballedo) y las de Marrube (O Saviñao).
Otro caso sangrante es el de Diomondi, una de las joyas del románico de la Ribeira Sacra. En 2011, César Carnero, delegado de patrimonio histórico y cultural de la diócesis, anunciaba un proyecto para regenerar el antiguo edifico episcopal y convertirlo en un centro de interpretación del románico. El deterioro del edificio amenazaba a la anexa iglesia románica, así que se iniciaron los trabajos de rehabilitación… que han estado parados desde entonces hasta hace unas semanas. 
O Sorriso de Daniel no ha recibido respuesta todavía a la carta que enviaron al conselleiro. Mientras, siguen manteniendo limpio San Paio de Abeleda (el 12 de julio organizaron otra jornada de limpieza) y enseñaron su interior a quien quiso verlo. 


Es justo reconocer que Patrimonio no colabora en estas acciones, pero tampoco las veta: “Nunca nos han pedido cuentas, pero creo que es porque tienen mala conciencia”, concluye Varela. n  

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