El temporal cortó viales, retrasó trenes y dejó a 15.000 hogares sin luz

TEMPORAAAAAL
photo_camera Seis imágenes del temporal en Ourense

El viento arrancó parte de la cubierta del polideportivo de Beariz, derribó árboles y torretas del tendido eléctrico en Boborás, Castrelo de Miño y Cartelle, y el tejado de una casa en Ribadavia

Árboles derribados, torretas del tendido eléctrico y telefónico en el suelo, casas e instalaciones deportivas con la cubierta levantada, paneles informativos rodando por el terreno y contenedores de basura volcados. Esta es la imagen que ofrecía ayer prácticamente toda la provincia a causa del temporal que azota al territorio gallego.

Las incidencias más graves se registraron en las comarcas de Ribadavia, Carballiño, Baixa Limia y Terra de Celanova, y en los municipios de Toén, Ourense y Pereiro de Aguiar. A primera hora de la mañana, un total de 15.000 hogares se quedaron sin suministro eléctrico (125.000 en toda Galicia) obligando a la compañía Gas Natural-Fenosa a desplegar todas sus brigadas para restablecer lo más pronto posible el servicio. A las 21,00 horas más de la mitad de las casas ya tenían luz, pero aún quedaban, según dio a conocer la eléctrica, 6.598 hogares sin servicio. La compañía acordó desplazar a Galicia parte de las brigadas que tiene desplegadas en Castilla-León para subsanar las averías, que en su mayor parte fueron por debidas a caídas de torretas que sujetan los tendidos. Dos se desplomaron en el municipio de Boborás, cortando una carretera local. El jefe de Protección Civil, Tomás Sancho, recordaba que se cortó la circulación por precaución porque los cables estaban sobre el asfalto. "La mitad del municipio está sin luz, incluida la casa consistorial", apuntó.

El viento derribó otros tres postes del tendido eléctrico en Castrelo de Miño, Carballeda de Valdeorras, Toén y Cartelle. En este último cayó sobre una casa deshabitada, a la que hundió el tejado.

En Manzaneda, el viento arrancó el techo del garaje del antiguo hotel de la estación de montaña y en Beariz destrozó parte de la cubierta del pabellón polideportivo. Una brigada municipal reparaba en la mañana de ayer los desperfectos "por que tenemos que jugar un partido mañana sábado".

En el cercano municipio de Carballeda de Avia, la caída de árboles dejó incomunicados a los vecinos de A Veiga. Los troncos quedaron atravesados en la calzada impidiendo el paso a los conductores. La circulación quedó restablecida a las 16,00 horas. Otro árbol cortó la carretera que OU-212 (Beade-Avión), atrapando a un autobús del transporte escolar. El conductor y los estudiantes tuvieron que esperar a que los efectivos de emergencia despejaran la calzada.

Los efectivos del GES de Ribadavia intervinieron, entre las 04,00 y las 14,00 horas, hasta en 40 ocasiones en la autovía Rías Baixas, al caer sobre la calzada ramas y troncos de árboles, mayoritariamente mimosas. En la A-52, los efectivos realizaron 70 intervenciones por árboles y señales caídas.

También tuvieron que retirar árboles en la carretera que conduce a Arnoia y en la del balneario de Prexigueiro. En San Cristovo, acudieron a retirar los escombros del tejado de una casa deshabitada, que se derrumbó. "Tenemos un alto número de incidencias", apuntaba el jefe del GES, Julio Puentes, puntualizando que también estaban pendientes del río Miño, que sobre el mediodía de ayer estaba a punto de desbordarse. El nivel del agua aumentó cuatro metros en los últimos dos días a causa de las lluvias.

Dos árboles también se desplomaron sobre viviendas en Muíños, ocasionando daños en el tejado.

TRÁFICO FERROVIARIO

El temporal provocó la caída de árboles y numerosos desprendimientos de tierra y piedras sobre la vía ferroviaria, lo que obligó a parar trenes, provocando retrasos de entre 30 minutos y dos horas en todos los recorridos.

Renfe y a la Administradora de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) movilizaron a varias brigadas, apoyadas con cinco vehículos de mantenimiento para restablecer el servicio. A medida que avanzaba la jornada, el temporal complicaba la circulación en todas las vías férreas, sobre todo en la que une Ourense y Vigo, que tuvo que ser cortada en la provincia de Pontevedra. A las 22,00 horas, los efectivos aún no había restablecido la línea y Renfe se vio obligada a contratar 10 autobúses y 14 taxis para transportar a los viajeros.

El Servicio de Emergencias 112 gestionó, entre las 08,00 horas y las 20,00 horas, 178 incidencias en la provincia. Algunas de ellas fueron en la ciudad, donde los bomberos y Policía Local estuvieron durante la jornada desbordados, sobre todo por caída de árboles.

Cierre de parques

El Concello de Ourense optó por cerrar los parques públicos para evitar posibles accidentes a causa de la caída de árboles o ramas. Los agentes locales recibieron entre las cuatro de la madrugada y las diez de la mañana, 35 llamadas, de las que 17 eran de vecinos alertando de la caída de árboles, que se registraron en Vilar de Astrés, Mende, Seixalbo, Costa, Oira, Canedo, Velle, Curuxeiras, Trasalba, Outariz y O Fosillón. Uno de ellos se desplomó sobre un tendido eléctrico dejando sin suministro durante una hora a vecinos de la calle Emilia Pardo Bazán, Otero Pedrayo e Iglesias Albariño.

Los bomberos también acordonaron tramos de las calles Caldas, Chavasqueira, María Soledad de la Cruz, y avenida de Santiago por desprendimientos de tejas o parte de la cubierta de edificios. Los agentes también retiraron vallas en las calles Xocas, Serra Martiñá, Paseo y Progreso, además de varios contenedores que se movieron de lugar en los viales Dalí, Barrocás y Xesús Pousa.

La fuerza del viento llegó a alcanzar los 119,9 kilómetros por hora en el casco urbano ourensano, en el que se recogieron hasta 19,5 litros de agua por metro cuadrado durante ocho horas; una cifra similar cayó en el resto de la provincia.

En las cumbres de la Sierra de Trevinca fue donde más sopló el viento, que llegó a alcanzar rachas de 182,5 kilómetros por hora.

Los efectivos de emergencia permanecían anoche en alerta ante la llegada de un nuevo frente.

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