Cuando decides cuidar tu alimentación el autocontrol juega un papel fundamental para cumplir tu objetivo. Pero siempre hay momentos de debilidad en los que la voluntad falla y tiramos por la borda todos nuestros buenos propósitos.
Seguir una dieta correcta no solo mejorará nuestra salud, sino también nuestro ánimo y autoestima. Motivos más que suficientes para dejar de lado los malos hábitos de alimentación y elegir un estilo de vida saludable. Pero las ganas no siempre son suficientes, mentalizarse es lo primordial, porque la mente es la que nos va a jugar malas pasadas en el futuro y hay que aprender a plantarle cara.
Resistirse a la tentación incrementará nuestra autoestima y fortalecerá nuestro autocontrol, algo fundamental para enfrentarnos a cualquier dificultad que nos plantee la vida. Conseguirlo no es difícil, basta con ser constante, ponerle ganas y prevenir esos momentos de debilidad en los que sabemos que vamos a fallar a nuestros ideales:
Estás aburrido
Estás en casa sin saber qué hacer y de pronto recuerdas que tienes una caja de galletas de chocolate abierta... ¿Te suena la situación? Existe una tendencia universal a creer que comiendo llenaremos ese vacío. Necesitamos estar siempre haciendo algo, y recurrir a la comida es la primera idea que asoma en nuestra cabeza. Cuando esto ocurra debes pararte a reflexionar porque te darás cuenta de que no es hambre real, sino emocional. Lo mejor para enfrentarte a esta situación es hacer una actividad que te guste y te distraiga. En menos de un minuto la idea de "comer por comer" se habrá esfumado y, además, acabas de ganar la batalla a tu "mente traicionera".
Estás estresado
Cuando nos inundan las obligaciones muchas veces recurrimos a la comida como si fuese una terapia antiestrés. Por supuesto, no optamos por fruta o por verduras, sino por dulces y comida grasienta que por un momento nos hace olvidar de los problemas diarios. Cuando te veas en una situación así, como siempre, reflexiona. ¿La comida hará desaparecer el problema? Obviamente, una vez hayas comido esas chocolatinas, tendrás que volver a tus obligaciones, y además, te sentirás culpable por haber estropeado tus propósitos sanos. En definitiva, el problema será aún mayor.
Te mereces un premio
Ya sea porque has aprobado ese examen tan difícil, porque has conseguido el trabajo de tus sueños o incluso porque estás comiendo de forma correcta; lo cierto es que siempre encontramos una excusa para pecar, y si es con dulce, mejor. Este comportamiento tiene una explicación científica: al tomar azúcar se produce un aumento de glucosa en sangre, lo que genera un incremento de endorfinas, principalmente seretonina y noradrenalina. Ellas son las "culpables" de hacernos sentir mejor tras tomar ese pedazo de chocolate. Cuando quieras recompensarte por algo, no lo hagas con comida, opta mejor por comprar esa prenda de ropa que te gusta o por regalarte ese viaje que tanto deseas. La comida no puede verse como una recompensa.
No puedes ver la tele sin picar
Quizás la asociación cine y palomitas tenga parte de culpa, pero lo verdad es que hay cierta tendencia a picar algo mientras estás viendo una peli. Si eres de los que no puede evitar comer en estos momentos, desecha la idea de tomar snacks salados y opta por la alternativa sana. Puedes picar un poco de fruta en una taza y tomarla poco a poco, tomar un puñadito de frutos secos o incluso un par de onzas de chocolate negro. La comida sana también es deliciosa.
Compras lo que no debes
Antes de ir al supermercado haz siempre una lista y evitarás comprar cosas innecesarias. Ante tal escaparate de alimentos apetecibles muchas veces no conseguimos alejar la tentación, a pesar de que somos conscientes de que si esa bolsa de patatas entra casa, arruinaremos nuestra dieta. Por ello, compra solo lo necesario y aplícate el refrán: "ojos que no ven, corazón que no siente".
