COLECCIONISTA

Pasión por el coleccionismo

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photo_camera Aurelio Blanco, en el local de su casa donde guarda buena parte de los fondos de sus colecciones.

El presidente del Instituto de Estudios Valdeorreses, Aurelio Blanco Trincado, hizo de su casa un museo. Apasionado de las colecciones, las tiene de todo tipo, desde periódicos o carteles de la Guerra civil hasta fotos y planos.

Aurelio Blanco Trincado convirtió su casa, ubicada en el casco viejo de O Barco, en un auténtico museo. El presidente del Instituto de Estudios Valdeorreses (IEV) guarda en ella colecciones de todo tipo, pudiendo dar lugar cada una de ellas a una exposición. Recientemente, la Biblioteca municipal Florencio Delgado Gurriarán expuso los planos y fotos que posee de las minas de Valborraz (Casaio). No fue la primera muestra organizada con sus fondos, ni será la última. Piezas de su propiedad también pueden verse en el Teatro Real madrileño o en el Museo Histórico Militar de A Coruña, entre otros puntos.

En estos momentos, trabaja en la preparación de una exposición de periódicos de los dos bandos, publicados durante la Guerra Civil. Le gustaría haberla organizada este año, coincidiendo con el 80º aniversario del inicio de la contienda, pero no fue posible. "Con motivo de los 80 años del inicio de la guerra, desempolvé los periódicos de aquella época para contrastar las noticias que se publicaban sobre un mismo tema en los periódicos de ambos bandos. Lógicamente, las versiones son totalmente distintas", explicó.

Su interés por la Guerra Civil también le llevó a reunir carnés de distintas organizaciones políticas, además de carteles de propaganda política de los contendientes. "Los dibujos son muy buenos, muy llamativos, que era realmente el propósito del bando y partido que los encargaba", explicó Aurelio Blanco.

"Sufrí las consecuencias de la Guerra Civil por las privaciones que existieron en los años de la posguerra que, a mi juicio, fue peor que la propia guerra", comentó el presidente del IEV. La motivación familiar también está presente en su interés por los años que siguieron el golpe militar de 1936. "Guardo como un tesoro el expediente original que instruyeron a mi padre bajo las falsas acusaciones de masón y republicano", explicó. Añadió que, afortunadamente, el expediente fue archivado, pues, de no haber sido así: "Por lo menos el puesto de trabajo como funcionario se lo hubieran injustamente arrebatado, en beneficio de otra persona adicta al régimen".

Sus colecciones van más allá del conflicto y de la represión que le siguió. También atesora documentos relacionados con la historia del vino valdeorrés, en los siglos XIX y XX. Con ellos probó que un petinés, Marcial González, ya elaboraba en 1889 un espumoso que fue premiado en la Exposición Universal de Barcelona. Además, son incontables las fotografías antiguas que reunió, una parte de las cuales expuso hace dos años, en la Casa Grande de Viloira.

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