Los vecinos de Casaio atribuyen el aluvión al posible derrumbe por los temporales de una escombrera

Un torrente de agua y pizarra arrasó media decena de casas en las minas de Valborraz

Las minas de Valborraz o “Dos alemáns” perdieron parte de su encanto en los últimos días. Media decena de casas de su poblado desaparecieron con una riada de agua y pizarra. Los vecinos la atribuyen al derrumbe de una escombrera.
La imagen de las Minas de Valborraz, más conocidas como “Dos alemáns”, varió radicalmente en los últimos días. Al menos cinco de las casas del poblado ya no existen. Se las llevó un aluvión de agua y pizarra. Sólo dejó un reguero de cascotes aguas abajo del arroyo que separa las construcciones industriales de los barracones. El lugar lleva casi medio siglo deshabitado, pero es sobradamente conocido en la comarca y fuera de ella. Aquí extrajeron wolfram los belgas (entre los años 1913 y 1928) y los alemanes (1937-1945 y 1954), antes de pasar a manos de los empresarios de la zona, entre 1954 y 1963.

El arroyo que discurre por el poblado desapareció en algunos puntos. Fue cubierto por el limo de pizarra, los “rachóns” o grandes piedras de esta roca y por los materiales de las construcciones que destrozó la riada. Otras corrieron mejor suerte y aguantaron el aluvión, aunque sufrieron daños muy graves, al igual que los árboles derribados sobre sus márgenes.

La situación de estas minas abandonadas, a siete kilómetros de la carretera OU-122 y a nueve de Casaio, permitió que la tromba de agua pasase desapercibida para muchos vecinos. Este desconocimiento complica el cálculo de la fecha exacta en que ocurrió, aunque se sitúa en los temporales que registró la comarca.

No hubo testigos de la avenida de agua y piedras. No obstante, sí hay una hipótesis de sus causas. En el pueblo de Casaio apuntan al derrumbe de una escombrera como su más que posible origen. La gran cantidad de nieve y agua caída en las últimas semanas pudo provocar el corrimiento de los deshechos de una escombrera de pizarra, arrastrándolos hasta Valborraz. La presencia de algún neumático de camión en este lugar habla en favor de esta posibilidad.

Durante la tarde de ayer, este diario intentó contactar con una cantera de pizarra próxima al poblado de Valborraz, sin conseguirlo.



Una historia marcada por el belicismo


Los belgas fueron los primeros en explotar la mina de Valborraz. El alto punto de fusión del wolfram confiere una gran importancia bélica al metal y no es extraño que también las trabajasen los alemanes, en la II Guerra Mundial, y en la guerra de Corea (1954). En estos tiempos se convirtió en campo de concentración del Franquismo. Los últimos en aprovecharlas fueron empresarios de la zona.

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