Descubre también cuáles son los mejores ejercicios para la etapa infantil, el mejor momento para convertir en un hábito el mindfulness, o qué ejercicios son ideales para primaria
¿QUÉ ACTIVIDADES FAVORECEN TRABAJAR LA ATENCIÓN Y LA CONCENTRACIÓN?
Después del verano toca la vuelta a la rutina, y los niños y niñas, al igual que los adultos necesitan un tiempo para recuperar hábitos y volver a la escuela. Desde el colegio se pueden llevar a diferentes actividades que pueden favorecer trabajar de nuevo la atención y concentración tan necesaria en el día a día. Una actividad muy recomendada es el mindfulness que se define como “atención de plena conciencia” y que les va permitir introducirse en el mundo de la meditación y de la gestión de habilidades sociales tan importantes como la empatía, la escucha activa y la paciencia. El doctor Jon Kabat-Zinn, en la década de los años 60 aplicó esta disciplina en la Clínica de Reducción de estrés de la Universidad de Machassutes, que trajo consigo reducción del nivel de estrés en los niveles de los pacientes y poder así mejorar su calidad de vida. Actualmente muchas escuelas están incorporando un tiempo en sus horarios para trabajar el mindfulness como una materia más, en la que el alumnado aprenda a conocerse más interiormente y gestionar las diferentes situaciones de estrés que puedan surgir en el día a día.
¿CUÁLES SON LOS MEJORES EJERCICIOS PARA LA ETAPA INFANTIL??
El juego del silencio. Esta práctica se les presenta como un reto, si son capaces de estar en silencio como estatúas de hielo durante 30- 60 segundos dependiendo de la edad. Para ello cerrarán los ojos y estarán atentos a que suene la alarma. Se les felicita por haberlo conseguido y así motivarlos para lograr estar en silencio más tiempo. Otra actividad interesante es trabajar la respiración con un peluche. Se les pide que traigan de casa un peluche que les guste y así motivarlos. En el aula se acostarán boca arriba y colocarán el peluche sobre su vientre. Durante un minuto observarán como su respiración hace mover al peluche de arriba- abajo. Se les pregunta cómo se han sentido y que han pensado. En sesiones posteriores se trabajará la inspiración y la expiración marcando los tiempos y así favorecer el desarrollo de la capacidad de atención y concentración. Esta actividad también se puede trabajar por parejas, en el que uno observa y el otro respira, y posteriormente se intercambian las posiciones.
¿CUÁNDO ES EL MOMENTO IDEAL PARA CONVERTIR EL MINDFULNESS EN UN HÁBITO?
Es fundamental que los niños y niñas se entrenen desde pequeños en esta filosofía de vida. A la edad de 3-4 años en 
un buen momento para comenzar. Una de las principales razones es que a estas edades los niños y niñas son conscientes de estar en silencio en determinados momentos y pueden concentrarse de forma progresiva en la respiración. Para poder convertir este momento de mindfulness en un hábito es fundamental ejercitarlo de forma regular y seguir estos consejos: realizarlo en un lugar tranquilo y alejado de estímulos que puedan distraer la atención, intentar que se repita varios días a la semana y a la misma hora; el adulto debe participar en los ejercicios y ser ejemplo para ellos; repetir varias veces los ejercicios; presentar las actividades de forma lúdica y atractiva y muy importante preguntarles cómo se han sentido y su opinión. Respecto al tiempo que se debe dedicar a los ejercicios con 4- 5 minutos llegaría y en primaria entre los 5- 15 minutos. Y fundamental finalizar la sesión valorando su esfuerzo y participación para así aumentar su motivación de cara a las siguientes sesiones.
EN PRIMARIA, ¿QUÉ EJERCICIOS SON LOS IDEALES?
En esta etapa el mindfulness es una importante herramienta que los niños y niñas han de tener presente para poder 
resolver las diversas situaciones de conflictos y estrés que surjan fuera y dentro del aula. Un posible ejercicio es el de convertirse marionetas. Tienen que poner en papel de que son marionetas en la que sus extremidades y cabeza cuelgan de hilos. El docente va diciendo diferentes órdenes en las que las partes del cuerpo se tensan durante unos segundos y lentamente se destensan. Les ayuda a concentrarse y conocer las posibilidades de su cuerpo. Y otra actividad que favorece la creación de un clima distendido y positivo es el tsunami de mantras. Cada niño ha de pensar en una frase que les haga sentirse bien y refuerce su autoestima, por ejemplo, “me quiero mucho”. Al nombrar esta frase debe añadir un gesto o movimiento. Todos los niños y niñas de forma encadenada pronuncian su mantra y movimiento creando un tsunami, creando un ambiente positivo y relajado. El principal objetivo es que en momentos en los que sientan emociones negativas sean capaces de recordar estos mantras para poder transformar las emociones negativas en positivas.
