Godfrey Bloom es un eurodiputado inglés. Supongo que uno de los pocos eurodiputados por los que los europeos podríamos sentir un mínimo de respeto. Las intervenciones de Bloom en la eurocámara no tienen desperdicio, aunque los otros eurodiputados no las aplauden mucho, esa es la verdad. Pueden ver ustedes unas cuantas de ellas en internet si bien, como digo, seguro que la mayoría de nuestros eurodiputados no querrán que lo hagan. Para que se sitúen, una del pasado día 15 de diciembre dice así (a Godfrey Bloom por lo general lo dejan hablar durante un minuto, no más).
"Mr. President. Me viene al espíritu una cita del gran filósofo americano Murray Rothbard que dice: El estado es una institución de ladrones, al extremo de que es un sistema en que políticos y burócratas roban el dinero de los ciudadanos y lo malgastan de la forma más vergonzosa.
Este sitio no es una excepción, es fascinante y me pregunto como llegan a mantener ustedes su seriedad mientras hablan de evasión fiscal. La comisión y los burócratas de la comisión no pagan impuestos fiscales. Es vergonzoso. No están ustedes sujetos a las mismas condiciones que los ciudadanos. Tienen todo tipo de ventajas. Tasas de impuestos convertidos. Techos de impuestos sobre las grandes fortunas. Pensiones no sujetas a impuestos. Son ustedes los campeones de la evasión fiscal en Europa y están aquí dando lecciones.
Pues bien, la gente de la Unión Europea ha entendido el mensaje. Se van a dar cuenta porque los euroescépticos van a ser cada vez más en junio próximo. Y les voy a decir una cosa peor. Cuando la gente se haya dado cuenta de quienes son ustedes no les faltará tiempo para invadir esta cámara y colgarles. Y con toda la razón."
Normalmente, y como ya he apuntado antes, los discursos de Bloom apenas duran un minuto o minuto y medio, y suelen ser aplaudidos por dos o tres eurodiputados que supongo serán tan díscolos como él. En España no tenemos ningún político que se le parezca ni siquiera de lejos, ni en el Congreso ni en el Senado. Si bien casi todos se parecen mucho a los que el señor Bloom critica.
Pero alguna vez tuvimos algunos parecidos por estos lares. No sé si se acuerdan. Tipos como Adolfo Suárez, Gerardo Iglesias, Julio Anguita o Tierno Galván aún suscitan nostalgia hoy en día, y respeto incluso entre sus enemigos. Supongo que de esa vieja guardia ya solo queda un último heredero: Gaspar Llamazares.
El nombre del diputado, ya saben que yo siempre estoy dando la lata con estas cosas tontas, está lleno de reveladores significados en su idioma materno. God significa dios; Frey, señor según según la mitología nórdica; y Bloom, floración. Tal vez los brotes verdes de los que tanto nos han hablado aquí algunos iluminados demiurgos del PSOE y del PP, empiezan a aparecer de verdad en la eurocámara, bajo el aspecto de un simple eurodiputado inglés.
