Ya se ha liado por el rapaz que ayer fue arrojado al mundo, como diría Heidegger. Albertito no podrá esquivar las collejas mediáticas hasta que su padre se convierta en historia política. La madre eligió una clínica privada de A Coruña para el alumbramiento y al progenitor le atizan por no haberlo hecho en un hospital público. Si el hijo del presidente de la Xunta y de la directora de Zara Home nace en un paritorio público quizá también estarían criticando que se aprovechan de una cama que otra mujer puede necesitar más.
Alberto Núñez Feijóo declaró hace unos meses en el desaparecido programa Vía V que le gustaría que su primer hijo naciese bajo la supervisión de los médicos de la Seguridad Social. Ayer la videoteca le recordó en las redes sociales sus palabras, incidiendo que estaba en campaña electoral. Si la imagen de la mano del cativo publicada por el feliz padre es tomada en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, también podrían estar diciendo que se aprovecha de un acontecimiento íntimo para sacar tajada política.
La oposición se agarró a la noticia para desacreditar la apuesta del presidente gallego por los servicios públicos y los representantes del PP salieron en tromba para acusar de machistas los reproches por cuestionar la decisión de la madre. En el mismo viaje nos hemos enterado de que Beiras también se operó en la privada y no pasó nada.
Una colega con clínica de fertilidad en propiedad prefirió dar a luz en el hospital público porque en caso de que surja una complicación todo el mundo es consciente de que merece la pena sacrificar la comodidad por la calidad asistencial. Se trata de una decisión personal, como la de la pareja del presidente de la Xunta. Y todavía falta escolarizarlo...
