Las crías de cigüeña de A Limia ensayan el vuelo

Con la desescalada, los voluntarios de la Sociedade Galega de Historia Natural han podido retomar el censo de nidos de cigüeña en la provincia de Ourense de 2020. En A Limia está la mayor concentración de estas aves, que ahora cuidan a sus crías.

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Casi al tiempo que alcanzamos la tan ansiada "nueva normalidad", las crías de las cigüeñas de A Limia ensayan el vuelo para abandonar sus nidos. La libertad a un aleteo de distancia.

La comarca tiene la mayor concentración de ejemplares de esta especie de toda la provincia y una de las más altas de Galicia, sólo por detrás de otros núcleos del interior lucense, como Sarria.

La cigüeña, especie protegida -los nidos no se pueden destruir, ni tocar, ni manipular-, está totalmente integrada en A Limia. Los agricultores ven con buenos ojos su presencia, pues estas aves logran controlar plagas ocasionadas por el "topillo" o por insectos de todo tipo, y muchos vecinos, agricultores y empresarios de las areneras instalan, por propia iniciativa, postes y nidos artificiales en zonas de la laguna o en sus terrenos.

Estas aves, fieles a sus nidos -más, incluso, que a sus parejas-, tienen en A Limia su lugar favorito de la provincia, como así demuestran los últimos datos del censo que, en 2019, confeccionó la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN). En la comarca de la Lagoa de Antela el número de nidos ocupados se cifró en 131, siendo Maceda -ya con 36- la siguiente por número de este tipo de construcciones. La mayoría de las cigüeñas opta por anidar en árboles antes que en tendidos o postes.

Desde la semana pasada los voluntarios de la SGHN pudieron retomar el conteo de nidos en la provincia, en general, y en A Limia, en particular, gracias a un permiso especial. Esta actividad se vio frenada en marzo a causa de la crisis del covid. En este sentido, y tal y como apunta Nancy Blanco, amante de las cigüeñas y coordinadora del proyecto en el que participan 60 voluntarios, todo parece indicar que el número de nidales se incrementará con respecto a 2019 -desde 2004 no se hacía este trabajo de registro-. "Yo soy aficionada y presenté el proyecto porque notaba una falta de datos y de control", recuerda Nancy. "Dividimos el recuento en cinco zonas: Xinzo, Porqueira y Ordes; Sandiás, Coalloso y areneras; Vilar de Barrio y Trandeiras y, por último, los pueblos desde Laroá hasta Baltar", añade. Se estima, por otro lado, que las crías tienen en estos momentos un tiempo de cinco semanas y en estos momentos ensayan el vuelo, justo cuando da el aire -son planeadoras-.

Necesidad de mantenimiento

Desde la Sociedade Galega de Historia Natural hacen un llamamiento a Concellos y Consellería para que se involucren en el mantenimiento y limpieza de los nidos. "Parte dos nidos que estaban en postes de madeira o temporal tirounos. Simplemente sería necesario que cambiaran o poste", apunta Tomás García. "O por lo menos algún tipo de ayuda como que nos presenten un camión cesta para afianzar los nidos cuando las cigüeñas no estén", añade Nancy, quien también apela a la necesidad de lograr más medios para anillar las aves y controlarlas.

En junio muchas cigüeñas migrarán, otras no llegarán a cruzar el estrecho: el cambio climático ha mudado sus costumbres. Una quincena pasó el invierno en A Limia, su paraje favorito.

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