El Parlamento de Galicia pide al Gobierno más Guardia Civil

REFUERZO URGENTE DE SEGURIDAD

Los Populares impulsaron una propuesta para solicitar refuerzos en A Limia y la Baixa Limia

Los diputados populares Cristina Campero y Alberto Rodríguez.
Los diputados populares Cristina Campero y Alberto Rodríguez.

El Parlamento de Galicia aprobó este miércoles una proposición del Grupo Popular a través de la que se solicita al Gobierno de España que refuerce e intensifique, “de maneira urxente”, con medios humanos y materiales suficientes, los puestos de la Guardia Civil en las comarcas de A Limia y la Baixa Limia, con el fin de garantizar su operatividad las 24 horas del día ante la “alarma social que provoca a repunta delituosa”. Esta propuesta viene dada tras el cierre de varios puestos en las comarcas, siendo el más reciente el del concello de Trasmiras, que daba servicio también al concello vecino de Sarreaus.

La Proposición no de Ley (PNL) contó con el voto en contra del PSdeG y la abstención del BNG.

La proposición no de Ley contó con el voto en contra de los diputados del PSdeG y abstención del bloque nacionalista galego

La diputada popular Cristina Campero lamentó que “a situación da seguridade na provincia de Ourense e, en particular, na Limia e a Baixa Limia, vén deteriorándose de maneira preocupante”, una situación que según apuntan viene derivada de los “recortes da Garda Civil realizados nos últimos anos”: menos presencia en el territorio de agentes, menos capacidad de prevención y tiempos de respuesta muy dilatados.

Pérdidas de agentes

La diputada explicó que en la provincia de Ourense hay 910 plazas de Guardia Civil, de las que solo están cubiertas 817, sin contar las 70 bajas médicas sin cubrir actualmente: un total de 163 agentes menos en el territorio ourensano.

“Ao mesmo tempo que o Goberno central desmantela cuarteis no rural galego, a criminalidade disparouse un 28,3% desde o ano 2018”, criticó la diputada popular, quien manifestó que “pasamos dun rural galego de portas abertas a un rural de alarmas”, fruto de un miedo que se agrava por los continuos robos y la menor presencia de la Guardia Civil, que “deja vía libre a los ladrones y delincuentes”.

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