Miriam Císcar: descubriendo la vida rural en la notaría de Trives

EMPRENDIMIENTO

Desde Gandía hasta la tranquilidad de Trives, Miriam y Javier han encontrado un nuevo hogar entre montañas, vecinos acogedores y sabores locales, para dar vida a la notaría.

Publicado: 08 oct 2025 - 05:30 Actualizado: 08 oct 2025 - 16:53

Miriam Císcar Estruch en su despacho de la notaría.
Miriam Císcar Estruch en su despacho de la notaría. | R. M.

A finales de abril, A Pobra de Trives abrió sus puertas a una nueva etapa en el servicio notarial con la llegada de Miriam Císcar Estruch, de 34 años. Procedente de la ciudad valenciana de Gandía, Miriam llegó acompañada de su marido Javier Miñana, de 43 años, quien dejó atrás su trabajo como ingeniero para sumarse a la aventura y descubrir, desde dentro, la rutina de una notaría en un entorno rural.

La joven pareja delante de su notaría en A Pobra de Trives.
La joven pareja delante de su notaría en A Pobra de Trives. | R. M.

Desde el primer momento, Miriam se sintió motivada al encontrar la notaría abierta y con alguien trabajando, esa era una de sus principales premisas para su primer destino. Contar con Marta María Domínguez como oficial fue un gran impulso tal y como afirma la joven notario: su experiencia y profesionalidad le dieron seguridad y confianza para asumir el reto con ilusión. Junto a Javier, que poco a poco va conociendo los entresijos del trabajo notarial, forman un equipo perfecto para atender un amplio territorio que abarca Terras de Trives y de Caldelas e incluso algunos pueblos de otros concellos limítrofes. La combinación de juventud y entusiasmo, tras aprobar su oposición, le permite ofrecer cercanía y adaptándose a la realidad del rural.

A pesar de no saber ni como era la localidad, para la pareja, adaptarse a la vida en A Pobra de Trives ha sido más fácil de lo esperado, en donde en este medio año ya están integrados “tenemos amigos, no faltan las cenas, las salidas y somos uno más desde el primer día” dice la joven valenciana. El idioma no supone un obstáculo: poco a poco van comprendiendo y aprendiendo el gallego, mientras disfrutan de la cercanía de los vecinos “a algunos nos cuesta más entenderlos, pero no es problema” afirma la pareja entre risas.

La riqueza gastronómica y los paisajes de montaña les han conquistado, y la tranquilidad de la vida rural les permite integrarse con naturalidad “la gastronomía es muy buena, y a nosotros nos gusta mucho el pasear en la naturaleza, salir a la puerta de casa y tener verde” añade Císcar. Cada paseo por los caminos y cada visita a los pueblos cercanos refuerza su conexión con el entorno y con la comunidad.

La llegada de Miriam y Javier supone un soplo de aire fresco para los vecinos, que llevaban años sin contar con un notario diariamente. La notaría se ha convertido en un punto de referencia cercano, evitando desplazamientos largos y facilitando los trámites a personas de todas las edades. La pareja afronta el desafío con ganas y con la certeza de que cada esfuerzo cuenta para mantener vivo el servicio en la comarca.

Entre la ilusión de emprender en un entorno que valoran por su belleza y serenidad y la gratitud por la acogida de los vecinos, Miriam y Javier se sienten cada vez más en casa. La montaña, los paisajes verdes y la vida pausada de Trives les han demostrado que el rural no solo es un lugar para trabajar, sino también para vivir, descubrir y disfrutar. Por todo ello, explican que, encantados en la villa trivesa, por el momento solo quieren aprovechar este entorno sin pensar en moverse a sitios más grandes.

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