El fuego arrasa viviendas y una fábrica del polígono de A Rúa

Los incendios se produjeron de forma simultánea en tres parroquias vecinas de Valdeorras

A Rúa, hecha cenizas por los incendios
A Rúa, hecha cenizas por los incendios | Miguel Ángel

Los caprichos del viento convierten el fuego en la más fatídica de todas las loterías. El viernes, sobre las 14:00 horas se vivió un infierno simultáneo en Carballal, A Rúa y Santa María de Mones. Esta última, perteneciente al concello de Petín, por lo dantesco de sus imágenes podría ser perfectamente el set de filmación de un drama bélico.

Más de diez casas se ven chamuscadas por el alcance destructor del fuego, y otras dos, completamente consumidas por las llamas. Se trataba de inmuebles patrimoniales ubicados en la Rúa da Igrexa, uno de ellos vacío, y otro habitado por una anciana casi octogenaria que fue evacuada hacia la casa de un familiar. Clemencia Fornos, su hija, nos atendió al pie de las ruinas de la vivienda, secándose los ojos con un pañuelo al que ya no le cabía una lágrima más. “Mi madre lo ha perdido completamente todo”, nos dijo señalando hacia el interior del desastre.

“¡Nos dejaron absolutamente solos, si no es por nuestro propio esfuerzo, hubiera mucho más que lamentar!”

Allí solo se observan unas pocas formas reconocibles de lo que fueron electrodomésticos y otros enseres. Uno de los vecinos se nos acercó para decirnos con una franqueza áspera y comprensible: “¡Nos dejaron absolutamente solos, si no es por nuestro propio esfuerzo, hubiera mucho más que lamentar!” Por fortuna, tuvieron el tino de organizarse en brigadas, que a golpe de mangueras y baldes de agua, lograron contener la cruzada demencial de lo que parecía “una fuerza inteligente”.

Ojalá y muy pronto acabe esta tragedia nacional donde el fuego ha sido la pesadilla intextinguible de cada día".

Guiados por el relato de los locales, fuimos hasta Carballal: allí ardió hasta el cartel con el topónimo de la comarca, sin grandes pérdidas en lo material, y ninguna en lo humano, pero con un saldo de terror indescriptible para sus moradores. “Vernos rodeados de llamas que superaban los siete metros, fue el peor momento de nuestras vidas”, nos confesó Antonio Vencejo, un vecino que de pronto se vio atrapado con su familia en una auténtica emboscada. En el comedor de su casa nos mostró los platos con la comida aún intacta. “No la llegamos siquiera a probar: fue tan grande el susto que aún no atinamos a echarla a la basura”, nos dice otra vez Antonio con una expresión de asombro estampada en el rostro.

La carretera que lleva a Roblidos y al polígono industrial
La carretera que lleva a Roblidos y al polígono industrial | Miguel Ángel

Mientras subíamos por la OU 933, a la altura del desvío hacia Alvaredos y Roblidos, en A Rúa, observamos una verdadera catástrofe en las instalaciones de Autoneum, una empresa dedicada a la fabricación de partes de automóviles. Si bien no se encuentra destruida en su totalidad, una parte considerable de su estructura exterior, se encuentra severamente dañada, dibujando a la vista un panorama que bien podría confundirse con el escenario de un bombardeo aéreo. Desde la ladera de la montaña advertimos a un equipo de 8 bomberos sofocando las llamas de una nave completamente incendiada. Las restricciones de acceso nos vetaron la entrada, y no pudieron recabarse más detalles al respecto.

Por suerte, el punto limpio que se localiza hacia el suroeste de la fábrica no sufrió afectaciones significativas. Tal es el caso de la perrera de A Rúa, cuyos canes fueron evacuados en la noche, y que ya en la mañana del sábado 16, estarían de vuelta a sus dependencias. Sus cercas perimetrales, con el cortafuegos de su base de hormigón, fueron un elemento clave en la neutralización oportuna del fuego que sí arrasó los alrededores, incluyendo un antiguo camión cisterna que desde hace algunos años era ya solo chatarra. Ojalá y muy pronto acabe esta tragedia nacional donde el fuego ha sido la pesadilla intextinguible de cada día.

Contenido patrocinado

stats