No habrá miel suficiente para abastecer el mercado este año

El incremento de las colmenas y que no se cumplan las distancias, preocupación de los apicultores

David Souto trabajando con sus colmenas.
David Souto trabajando con sus colmenas.

El 2022 no será un buen año para el sector de la apicultura. Factores como la sequía, los devastadores incendios del verano o el ataque de la velutina y vespa crabro vuelven a estar detrás de una cosecha que se prevé mermada -en algunos casos hasta un 50 por ciento- con respecto a la campaña anterior. La afectación de todos los factores anteriores es desigual y depende de la zona en cuestión.

Actualmente, muchos apicultores se encuentran en la fase de cosecha tal y como precisa el presidente de la Asociación Galega de Apicultura, Xosé Torres: “Estamos na fase da castra, de esmelgar o mel maduro para ofrecelo aos clientes”, explica. “O mel de silva e de castiñeiro xa debe estar dentro das colmeas. O mel do melato de carballo está pendente da climatoloxía, de que as abellas poidan aportalo ás colmeas”, añade. Aunque todavía no hay datos definitivos, Torres no oculta cierto pesimismo: “Supoñemos que o mel que se produza en Galicia este ano non vai a dar abasto para nutrir o propio mercado galego”, lamenta.

Otro de los factores que comienza a preocupar a los apicultores, según el presidente de la AGA, es el incremento del número de colmenas, muchas veces de propietarios de fuera de la provincia que huyen de factores adversos. “Hai capacidade para apiarios, non pasa nada. Pero os asentamentos teñen que manter unhas distancias razoables”, incide el presidente.

LOS APICULTORES

David Souto, apicultor de Riós, en Monterrei, añade al respecto del incremento de colmenas que lo importante es que estas reciban los cuidados pertinentes. “Si vienen buenos tiempos hay para todos, el problema es que esta situación no ayuda. A la colmena también hay que hacerle los cuidados veterinarios necesarios”, explica Souto, que tendrá una producción de menos de la mitad con respecto al pasado año debido, entre otros motivos, a que sufrió directamente los incendios. “Se me quemaron 105 colmenas, pero la producción pese a eso ya iba a ser menos que la del año pasado. Yo tiro mucho del castaño, pero al florecer se secó la flor del calor que hacía. El año pasado tuve más de 7.000 kilos, y este año me quedaré en los 3.000 kilos”, añade.

Benigno Basteiro, natural de Viana do Bolo y que tiene colmenas en Vilariño y en Manzaneda, explica que a todos les afecta el cambio climático dado que “antes a situación de sequía prolongabase tres ou catro días, pero agora falamos dun mes”. Por su parte, Rubén Fernández, que tiene 300 colmenas en la zona de Chandrexa de Queixa y Manzaneda, opina en la misma línea que sus compañeros: “E un ano dos peores, con diferenza. Ao non haber humidade as flores non botan o néctar e non hai un bo rendemento do mel”, explica. La mitad de producción que con respecto al año pasado también es lo que obtendrá Raúl, apicultor en Allariz: “Este ano non creo que chegue aos 200 kilos e no meu mellor ano tiven 1.000”, añade.

En la AGA, pese a todo, destacan la calidad de las mieles ourensanas, ya que el entorno sigue siendo de los mejores para producir.

Contenido patrocinado

stats