Muchos dudaron si, tras un año de parón, el Entroido volvería a las calles limianas en este 2022. Sí lo hizo y en todo su esplendor, siendo más que nunca una fiesta “do pobo feita polo pobo” y de carácter diurno, tal y como se hacía antiguamente. Las charangas, que llevaron prácticamente todo el peso de la celebración, cesaban sus actuaciones antes de llegar a la media noche, algo que provocaba que la mayoría de los “festeiros” optasen por vivir el evento a lo largo del día y en la calle, y no tanto en los locales de ocio.
Este domingo, día 6 de febrero, se cumplía exactamente un mes y un día -hay que sumarle el “Petardazo”- de fiesta dentro del ciclo más largo de Galicia y muchos eran los que al filo de las 13,00 horas regresaban disfrazados a la praza Maior para despedir, como se merecía, la conmemoración más aclamada entre los limianos. No hubo tanta afluencia de “festeiros” como en los domingos anteriores, pero sí se disfrutó en familia y entre vecinos de la guinda del pastel a un Entroido muy esperado. Un evento que dejó muy buen sabor de boca y en el que los limianos hicieron gala, un año más, de su particular forma de llevar el humor a cada esquina del casco histórico con gran ingenio para disfrazarse tanto solos, como en grupos.
El domingo de Piñata, marcado por el sol y las temperaturas agradables, no tuvo desfile como otros años. Pero sí música a cargo de las agrupaciones BCB y Cuatro Gatos. Además, a partir de las 17,00 horas, los más pequeños pudieron asistir, en la misma plaza, a un espectáculo infantil de la mano de Troula Animación.
