La Confederación Hidrográfica Miño - Sil y el Concello de Xinzo se mantienen firmes en la decisión de demoler la presa de Gudín, actualmente en desuso y sin concesión, mantenimiento y plan de seguridad. El objetivo será mejorar -en niveles de caudal y calidad- el río Faramontaos y, por extensión, el río Limia.
La presidenta de la asociación de vecinos y de la comunidad de montes de Gudín, Rosa Rivera, mantuvo un encuentro recientemente con el presidente de la Hidrográfica, José Antonio Quiroga, en Ourense. En ella abordaron el temor de los vecinos de la zona -que recogieron medio millar de firmas contra el derribo- a que, tras la demolición, los medios aéreos que participasen en tareas de extinción de fuegos no pudiesen contar con una zona de abastecimiento de agua para las mismas. Por este motivo, Quiroga se comprometió con la presidenta "a la construcción de una nueva balsa para carga de agua en la zona de Gudín como complemento a los 31 puntos existentes en un radio de cinco minutos de la infraestructura actual". Rivera manifestó, tras la declaración de intenciones del presidente de la Hidrográfica, la tranquilidad de los vecinos: "Lo que queríamos era que nos dejaran donde cargar los helicópteros", precisó la presidenta de los vecinos. "Parece que eso se comprometen a hacerlo. Así estamos tranquilos", añadió Rivera, quien trasladó a la Confederación Hidrográfica la necesidad de acondicionar una vía de conexión entre un lado y otro del río Faramontaos, guante que también recogió Quiroga: "La obra se completará con la ejecución de una pasarela que comunique ambas márgenes del río", dijo.
Por otro lado, la regidora de Xinzo, Elvira Lama, y el presidente de la Hidrográfica, José Antonio Quiroga, acaban de firmar el convenio de 1,2 millones de euros -la Confederación aportará 960.000 euros del coste inicialmente previsto, lo que supone un porcentaje del 80 por ciento de la inversión, y el Ayuntamiento de Xinzo de Limia 240.000 euros, el 20 por ciento restante- para efectuar la demolición. "Con este proyecto se recuperará la conectividad ecológica del río Faramontaos que, como muchos otros cauces de la demarcación, presenta este obstáculo transversal, carente de uso y altamente nocivo para el ecosistema acuático", explicaron desde la Hidrográfica. "Los derribos de obstáculos transversales en el cauce son actuaciones fundamentales en la restauración fluvial", apuntó el presidente.
