Sobrado Palomares echa sus raíces en Calvos de Randín

El periodista y escritor fue nombrado hijo predilecto en un emotivo acto rodeado de familia y vecinos

La Casa Consistorial de Calvos de Randín acogía ayer un entrañable acto de reconocimiento al periodista y escritor, Alfonso Sobrado Palomares, colaborador habitual de La Región y uno de los vecinos más ilustres de este municipio, originario de la localidad de Paradela.  La música de gaita daba la bienvenida al homenajeado y a los familiares y amigos que le acompañaban, además de numerosos vecinos de todo el entorno que asistieron al acto, y que quisieron aprovechar la ocasión para saludar y felicitar a este hombre admirado por su importante trayectoria profesional.

“Nunca se juntó tanta gente en Calvos de Randín”, comentaba uno de los asistentes ante la afluencia que se congregó en la Casa do Concello. Fue precisamente en la Biblioteca municipal, en la que están depositados cerca de 15.000 volúmenes donados por Alfonso Sobrado Palomares a su Ayuntamiento, en donde tenía lugar el acto para su nombramiento como hijo predilecto de Calvos de Randín. 

El alcalde, Aquilino Valencia, le entregaba la medalla que acredita el referido nombramiento, encargándose también de hacer un laudatorio en el que destacaba las diferentes facetas de su larga trayectoria como periodista y escritor, entre otros muchos méritos.

Alfonso Sobrado Palomares habló con nostalgia durante su intervención de los recuerdos de su infancia “de la época en la que no había luz eléctrica y andaban las ánimas y los lobos sueltos por los caminos”, apuntaba.

“Es una sensación muy agradable ser nombrado hijo predilecto en mi propio pueblo”, añadía el homenajeado, quien reconocía “sentir mucha emoción y nostalgia porque al mirar atrás hay muchos recuerdos que conservo, porque el Ictus no me afectó a la memoria ni a los afectos”.

Por eso, Sobrado Palomares señalaba que cada verano procura visitar su municipio, por lo menos “para ver los paisajes y a la gente”, ya que en Paradela residió hasta cumplir los 10 años y la mayor parte de su vida transcurre en Madrid, en donde estudió y trabajó la mayor parte de su carrera profesional, “excepto cuando dirigí un periódico en Córdoba”, matiza.

Una vez que finalizó el acto, los asistentes disfrutaron de un aperitivo en el mismo Concello, en donde el homenajeado recibía las felicitaciones y las muestras de respeto y cariño de los vecinos de A Limia. 

“He hablado con mucha gente, todos muy cordiales y cariñosos, eso me ha levantado la moral”, explica, después del merecido reconocimiento en Calvos de Radín, que ha sido toda una sorpresa para quien ha recibido el premio Príncipe de Asturias en 1995 durante su etapa como presidente de la Agencia EFE, el de Ourensanía y “Xuíz honorario” del Couto Mixto, entre otros méritos.

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