Novena de Os Milagros

Antorchas en la noche en Os Milagros

photo_camera Os Milagros celebró este martes el "Rosario das Antorchas".
La celebración en el Santuario ourensano enfila la recta final con uno de los momentos más emotivos

La celebración en honor a la Virgen de Os Milagros vivió una noche mágica con motivo del Rosario de las Antorchas, uno de los momentos más simbólicos. Previsto en el programa para las once, miles de antorchas iluminaron el Monte Medo, donde se encuentra el santuario ourensano. Penúltimo acto de unas Novenas que concluyen este miércoles con las nueve misas de todos los días solo que una de ellas, la de las doce, será solemne. A su conclusión arrancará una procesión con la imagen de la Virgen María.

Atrás queda un 2020 en el que la procesión de las antorchas no pudo celebrarse ante la dificultad para mantener la distancia social entre los asistentes, de manera que los actos quedaron reducidos a la celebración del Rosario.

No llegó a la numerosa asistencia del 2019 pero poco a poco se va recobrando la normalidad. Entonces, miles de personas se congregaron a cuentagotas hasta llenar el recinto religioso para saludar y rezar ante Nuestra Señora de Os Milagros un rosario solemne, con el guion de la biblia y los párrocos encargados de oficiar la eucaristía.

Llegados desde diferentes puntos de la provincia, el momento más emotivo llegó a las once de la noche, cuando los fieles sostuvieron las velas en alto para iniciar una cita religiosa que cuenta con un gran arraigo en la provincia de Ourense pero también en muchos pueblos de la comunidad autónoma.

Las antorchas iluminaron la noche. Solo las antorchas, porque los fuegos artificiales que ponían el colofón deberán seguir esperando tiempos mejores. Es por ello que los devotos no necesitaron refugiarse en el Santuario para vivir desde allí la traca final.

Con el lema de este año “Con la Virgen de los Milagros y San José, caminemos con esperanza”, con la intención especial de pedir por el fin de la pandemia provocada por el covid19, el Santuario ourensano pone fin este miércoles a nueve días en los que programó un total de nueve misas diarias con la intención de escalonar lo más posible el deseo de servir a los fieles.

La Novena se despide con una fiesta solemne, con la misa de las doce del mediodía como máxima expresión, con la salida en procesión con la imagen de la Virgen María, otro de los momentos más emotivos de la celebración.

Atrás quedan días de celebración en el Monte Medo en los que todos han aportado un granito de arena para que la celebración, aun marcada por las restricciones sanitarias que impone la epidemia, discurriese por los cauces de la mayor normalidad posible. Días en los que Beatriz Crestelo atendió desde la tienda de regalos a todos aquellos devotos que buscaban velas principalmente pero también pulseritas y otro tipo de artículos; en los que Concha Maside se encargó de la cocina con la intención de seguir manteniendo viva una familia en la que lleva militando desde hace más de treinta y cinco años; en los que Francisco José López Monrobé, el rector del Santuario de Os Milagros, pudo vivir desde su nuevo puesto en primera persona el susto que supone un pequeño incendio cuando la noche ya es cerrada.

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