Se subasta el balneario de Baños de Molgas, fundado hace siglo y medio. El proceso concursal en el que entró hace meses da un nuevo paso con la puja pública del histórico inmueble, tasado en 1,87 millones de euros, según refleja el Portal de Subastas del Boletín Oficial del Estado. La subasta comenzó el martes 17 de este mes, aunque de momento no se han registrado pujas, tal y como se puede comprobar en esta misma plataforma.
El procedimiento para dar salida al balneario y satisfacer la deuda que mantiene con sus acreedores carece de una puja mínima. La cantidad que reclaman los acreedores -y que, en principio, debe asumir el deudor aún después de la adjudicación- supera los 165.000 euros, una cantidad que se pretende liquidar mediante la venta de la unidad productiva.
Con un valor de subasta de 1,4 millones de euros, los pujadores interesados deben desembolsar un depósito de 70.000 euros para enviar sus ofertas. El tramo entre pujas es de 28.000 euros; es decir, solo podrán mejorar sus ofertas por esa cantidad, o por múltiplos de ese monto. El plazo para pujar por la unidad productiva del balneario finaliza el próximo lunes 6 de noviembre a las seis de la tarde, de acuerdo con la información disponible en el Portal de Subastas.
El balneario entró en concurso de acreedores hace casi un año y cerró en marzo. Varias empresas mostraron interés en hacerse con las instalaciones termales tras conocerse su venta, que va aparejada a una remodelación para volver a poner en marcha el aprovechamiento termal.
Siglo y medio de historia, en situación de insolvencia
El hotel balneario de Baños de Molgas entró en funcionamiento en 1873. Fue por aquel entonces cuando se construyó el actual edificio, situado a orillas del río Arnoia y junto al puente medieval de la localidad. No obstante, diversas intervenciones para mejorar el manantial revelaron objetos que se remontan a la época romana. De hecho, la historia del propio concello de Baños de Molgas está ligada a unas aguas termales que los romanos ya conocían y aprovechaban.
El balneario, que también es hotel, cuenta con casi 30 habitaciones que suman una capacidad para cerca de 50 huéspedes. Es obra del arquitecto ourensano Manuel Conde Fidalgo. Su rica historia no fue suficiente para esquivar la bancarrota: la ausencia de beneficios forzó que el establecimiento colgase el cartel de cerrado en marzo de este año.
