Desafiando a las persistentes lluvias, más de un centenar de 'Felos' han tomado hoy las aldeas situadas en la Sierra de San Mamede, bajo el estruendo de sus chocas y sus "esgutíos".
De espíritu anárquico, los Felos de Maceda no se someten a ningún canon, "es una máscara que hace lo que quiere", comenta a Efe el historiador Santiago Prol, quien resalta las diferencias de esta máscara con las típicas del 'triángulo mágico' formado por Xinzo, Laza y Verín.
"La máscara es completamente distinta", abunda.
Así, a diferencia de sus otros parientes, las 'Pantallas', los 'Peliqueiros' y los 'Cigarrones', los Felos se hacen acompañar en su recorrido -que se prolonga hasta bien entrada la tarde- por sus 'esgutíos', una especie de aullido anunciador de su llegada, y sus bailes.
Es habitual que en este viaje iniciático no paren de realizar "saltos y brincos" sacando a hombres y mujeres a danzar "en una especie de rito erótico".
Una de las muchas singularidades es que las puertas de las casas se mantienen abiertas, antiguamente con el fin de ofrecer comida, una costumbre que actualmente se ha trasladado a otros lugares, como las pallozas.
En su libro 'O Carnaval de Galicia', el escritor Federico Cocho asegura que ni los más viejos se acuerdan de que los Felos "dejasen de troulear", ni siquiera en plena Guerra Civil.
A semejanza de entonces, en la actualidad los Felos no paran de festejar el Entroido en cada aldea a la que acuden, "a dónde les da la gana, cuándo les da la gana y cómo les da la gana. De forma completamente espontánea, sin estar pendientes de nada más", sostiene Prol.
De aldea en aldea, este personaje impone la tiranía de su bastón, uno de los elementos más representativos de su vestimenta, pero también su alegría entre los vecinos del rural.
No en vano, entonces el bastón les servía de "apoyo y de protección" en su recorrido a pie, dado que pasaban "tres o cuatro días sin volver a las casas".
Una vez en la aldea, los Felos reponen fuerzas junto al resto de vecinos, antiguamente a base de "vino con huevos batidos", lo cual se ha cambiado por bica, melindres, empanada, y todo ello acompañado por bebidas como el vino y el licor café "para entrar en calor".
A diferencia de otros personajes, el 'Felo' se caracteriza por su figura "más masculinizada", según recoge en su libro Federico Cocho, aunque cada vez más mujeres se atreven a vestirse de "uniforme".
En cuanto a su vestimenta, va ataviado con medias negras (no blancas) y el bastón en la mano, que usa de forma intimidatoria, además de llevar atadas a la cintura cinco chocas que no dejan de hacer sonar.
En el rostro, lleva una máscara con sonrisa socarrona, coronada por la ilustración de un animal o ave representativa de la sierra de San Mamede, donde ser Felo representa algo simbólico.
"Llevo haciendo de Felo toda la vida y cada vez me gusta más", asegura Manuel Leal. Todo un "sentimiento" para los habitantes del lugar.
En su primer año como Felo, una joven, Sandra Garrido, explica que el objetivo es que el tiempo aguante a fin de disfrutar de esta experiencia en la que participaron varias amigas.
El Ayuntamiento de Maceda ha iniciado los trámites para que la fiesta sea declarada de Interés Turístico Nacional, un sello con el que ya cuentan sus parientes de Xinzo, Verín y Laza.
El alcalde, Xabier Oviedo, dice que "hay una razón de peso para no haberlo hecho antes, y esta es que tienen que participar todos los vecinos, asociaciones... "Hay que involucrarlos" con el fin de tramitar la petición ante las diferentes instituciones.
Oviedo cree que es el momento oportuno porque "hay muchísima más gente implicada que hace unos años".
Por este motivo, confía en lograr este distintivo "en los próximos meses" con el objeto de equiparar este Entroido al de otras localidades de la provincia y convertir así a "Maceda y su Entroido en un referente con título".
Con tal propósito, el consistorio municipal ha iniciado la tramitación. Para ello, ha remitido un dossier a las diferentes instituciones, con documentación relativa a los últimos veinte años, en la que dan a conocer los pasos dados en este sentido.
A semejanza de las otras máscaras de la zona de San Mamede, el alcalde resalta "la similitud" con personajes como los de Laza. "Son prácticamente iguales, sólo cambian los colores de las medidas y el imaginario animal que preside la mitra en la careta".
