El legado del Allariz medieval

Juan de Juni, Beze Flamenco o Castro Canseco son los artistas a los que se atribuyen las obras que integran el importante patrimonio cultural y religioso alaricano, solo al alcance de aquellos que visitan la villa cuando hay celebraciones de culto

Detalles de la Virgen Abrideira, ubicada en Santa Clara. Martiño Pinal
Detalles de la Virgen Abrideira, ubicada en Santa Clara. Martiño Pinal

La Oficina de Turismo de Allariz registra cada año en temporada alta, es decir, de abril a septiembre, una media de 30.000 visitantes. Muchos de esos turistas acuden a la villa alaricana, declarada Conjunto Histórico – Artístico en 1971, movidos por el encanto de un casco antiguo lleno de “outlets”, amplias y cuidadas zonas verdes, y una imponente riqueza patrimonial e histórica que, para algunos de los que van e incluso repiten, es todavía desconocida.

Algunos de los “tesoros escondidos” de la villa del Arnoia se encuentran en el interior de los templos religiosos, integrados de manera armónica con el entorno y situados a muy poca distancia los unos de los otros: son la iglesia y el museo del Convento de Santa Clara, el templo de San Benito –del Siglo XVIII y estilo Barroco tardío-, y el de Santo Estevo, Santiago y San Pedro –estos tres últimos de estilo Románico y de principios del Siglo XIII-. La iglesia de Vilanova, de estilo Románico y donde se ubica el cementerio, completa el conjunto.

La mayoría de las iglesias, que gozan de un estado de conservación inmejorable, solo se pueden visitar en momentos de culto, por lo que no todos los visitantes terminan conociendo la riqueza de sus retablos, sus esculturas y peculiaridades, así como la importancia y relevancia del Allariz medieval en el contexto religioso.

Junto al Concello se localiza la Iglesia de Santiago. Llama la atención la labra de una de sus piedras con connotaciones prerrománicas del Siglo X. En su interior, en el que se hicieron varias reformas introduciendo el Gótico, se encuentra una de las grandes figuras que se conservan en Allariz: la Virgen de la Esperanza, atribuida al escultor Juan de Juni. No pasa desapercibida la volumetría y gestualidad de la pieza, que salió a varias exposiciones. La Iglesia de Santiago también cuenta con los sepulcros de Nuño González de Puga, regidor de la fortaleza en la parte de los Señores de Benavente, y Aldonza Rodríguez del Villar, su mujer.

La Virgen de la Esperanza se encuentra en el interior del templo de Santiago y se atribuye a Juan de Juni. (Martiño Pinal)
La Virgen de la Esperanza se encuentra en el interior del templo de Santiago y se atribuye a Juan de Juni. (Martiño Pinal)

A pocos metros de Santiago se encuentra el templo de Santo Estevo, también del Románico y reformado en el Siglo XVI, momento en el que se edifica la torre y se renuevan los laterales. Es curiosa la forma en la que los canecillos, originariamente de los laterales, se incrustaron en la torre. También en el exterior se conservan tres sepulturas. En su interior impone el retablo de Francisco de Castro Canseco.

San Pedro, también de estilo Románico, se reformó profundamente en el Siglo XVIII. Destaca el ábside por sus dimensiones y un interesante retablo del Barroco.

San Benito fue el último templo construido en Allariz –entre finales del XVIII y principios del XIX- y es el más importante a nivel devocional, pues en él se encuentra la imagen del patrón de la localidad. Hay quien apunta que, en el lugar de esta iglesia, anteriormente hubo otra, aunque este hecho estaría sin contrastar. El retablo es de piedra y, estilísticamente, destacan los volúmenes del inmueble en su parte externa. En el interior de la Iglesia de San Benito se encuentra el retablo original de la Iglesia de Santiago.

El retablo de San Benito se atribuye a Beze Flamenco. (Martiño Pinal)
El retablo de San Benito se atribuye a Beze Flamenco. (Martiño Pinal)

Es una de las joyas de Allariz y que podría corresponder, según los estudiosos, al entallador Juan Beze Flamenco. El recorrido termina en el museo del Monasterio de Santa Clara, fundado por la Reina Doña Violante y en el que se conservan dos piezas medievales: la Virgen Abrideira y la Cruz de Cristal. De la primera, elaborada en marfil –está hecha en un colmillo de elefante-, impresiona el nivel de detalle de la virgen, su sistema estructural de apertura y el relieve, que escenifica los gozos de la virgen unidos por un hilo argumental. Esta pieza gótica del Siglo XIII se puede conocer en los horarios de apertura del museo. En lo tocante a la cruz, se trata de un compendio de técnicas medievales.

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