Mariña, la heroína de Augas Santas

La leyenda de la Santa más conocida de Allariz atrae anualmente a más de 20.000 visitantes a un pueblo, con gran encanto, en el que apenas viven unos 20 habitantes el resto del año y que se erige como centro de la fe religiosa e investigaciones arqueológicas 

A tan solo ocho kilómetros del centro de Allariz se encuentra Santa Mariña de Augas Santas, un pueblo de apenas una veintena de habitantes declarado Conjunto Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural. Destaca el encanto del propio lugar, la iglesia, el casco antiguo de la aldea medieval y el yacimiento arqueológico de Armeá, junto al conocido como “Forno da Santa”. 

La iglesia, de estilo románico y construida en 1077, presenta paralelismos con la propia Catedral de Ourense o el Monasterio de Xunqueira de Ambía. Es la más grande de todo el Concello de Allariz, llegó a funcionar como abadía seglar y alberga las reliquias de Mariña, localizadas en un camarín. El techo se restauró con policromía y evoca, en este detalle, al Monasterio de Espadanedo. En el interior se mezclan el románico y el gótico, y los rosetones lo convierten en un templo muy iluminado. 

LA LEYENDA

Cuenta la leyenda que Mariña, nacida el siglo II, fue educada por una ama de cría en el cristianismo. Encontrándose en el “Asento da Santa”, el gobernador romano Librio se enamoró de ella nada más verla. Mariña, sin embargo, le rechazó, y ahí comenzó el gobernador a infligirle daños y martirios: intentó quemarla -en el “Forno da Santa”-, ahogarla y, finalmente y, tras librarse en las dos primeras ocasiones, Mariña terminó decapitada. 

Vinculada con la leyenda y a pocos metros de la iglesia se encuentra la fuente principal, presidida por la imagen de Santa Mariña. Es de la que, hoy en día, se puede beber su agua, y recibe la visita de cientos de fieles y peregrinos a lo largo del año que se mueven hasta el lugar para pedir favores a la Santa: cura de enfermedades, protección del ganado o frente a los daños de las tormentas. Según datos de la Cooperativa Xeitura, encargada de la animación y difusión de Santa Mariña, se estima que unas 20.000 personas pueden acercarse hasta este lugar a lo largo del año -realizan talleres, juegos, visitas teatralizadas o “roteiros”-. 

También a pocos pasos se erige la Casa Rectoral, de 900 metros cuadrados, que perteneció al obispo de Ourense Juan Muñoz de la Cueva. Junto a ella y dentro de la capilla -incluida en el propio “pazo” del obispo- se encuentra el Pozo da Santa. En este lugar, y según la misma leyenda, el romano Librio le cortó la cabeza a la Santa ante su rechazo. Al dar tres botes la cabeza, se originaron las tres fuentes del lugar. En la Ascensión se abre la capilla y los fieles acuden también a este pozo a coger agua. 

En las piedras del pueblo todavía se conservan juegos medievales. Similares a estos, en Santiago de Compostela se han contabilizado más de 200.

En los últimos años se han restaurado muchas viviendas en Santa Mariña gracias a las ayudas administrativas por el paso del Camino. Además, el Concello de Allariz impulsó el adoquinado, el embellecimiento del lugar o la promoción de la Escola de Cestería.

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