La producción en ecológico se amplió en la provincia a 9.600 hectáreas

La transformación de explotaciones convencionales -tanto ganaderas como agrícolas- en ecológico sigue una tendencia creciente en la provincia. Según datos facilitados por Agronovo Ecoloxía, en la provincia de Ourense la superficie certificada pasó de 9.400 hectáreas, en 2020, a 9.626,81 hectáreas, en 2021. Tal y como recuerdan desde este sector, la PAC 2023-2027, enmarcada en el Pacto Verde de la Unión Europea, está muy enfocada a la producción ecológica. Se pretende que un 25 por ciento de la superficie agraria útil de la UE esté certificada en producción ecológica. Actualmente, Galicia, tanto en ganadería -mayoritaria- como en producción vegetal, roza el 10 por ciento. “No último ano incrementouse a superficie certificada. Antes habería unhas 30.000 hectáreas certificadas, pero a mediados deste ano pasouse das 45.000 hectáreas”, precisa Javier Villanueva, gerente de Agronovo. Recientemente tuvo lugar en Allariz una jornada informativa de tres horas de duración, durante la que se profundizó en la ganadería ecológica, el marco normativo para la conversión, la certificación del Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica o las subvenciones de la PAC -favorecerán hasta tres o incluso cinco veces más, la producción ecológica-. Acudieron productores de método convencional interesados en la conversión y otros que barajan su incorporación a la actividad agrícola y ganadera. BIENESTAR ANIMAL La producción ecológica está amparada por un reglamento europeo y, a grandes rasgos, se trata de un método productivo en el que no se emplean productos químicos, tampoco organismos modificados genéticamente y el bienestar animal va implícito. Desde el Consello Regulador Agricultura Ecolóxica de Galicia recuerdan que los animales no pueden estar estabulados y que, en el caso de las granjas avícolas, sin ir más lejos, debe existir una densidad máxima de pollos por metro cuadrado. Además estos tienen que disponer de trampillas para poder salir al exterior. Lo mismo ocurre con el vacuno, que debe tener acceso a pasto. Se trata, en resumen, de respetar el bienestar, la alimentación y la salida exterior de los animales en todas las cabañas ganaderas. Por otro lado, el pienso tiene que ser de producción ecológica y estar libre de organismos genéticamente modificados y, en lo tocante a los tratamientos sanitarios, deben ajustarse a la normativa. AGRICULTURA En lo tocante a la agricultura ecológica, todas aquellas personas que quieran iniciarse a esta modalidad productiva deben cumplir una serie de requisitos del reglamento europeo. En el caso de una adaptación, la empresa en cuestión debe atravesar un periodo de conversión de dos años. Esto quiere decir que, a pesar de que la marca productiva esté inscrita como tal, no puede vender bajo el sello ecológico. El objetivo será conseguir el certificado de conformidad. APUESTA EN ALLARIZ Allariz se puede presentar como uno de los modelos paradigmáticos de la producción y la apuesta por lo ecológico en los últimos años. En esta villa se pueden encontrar ejemplo de explotaciones que pasaron de un sistema convencional de producción, a un sistema ecológico. Es el caso de Ecoleia, de producción de leche. Hay otras que ya nacieron bajo el modelo ecológico: Mimá, huerto ecológico es un ejemplo, pero también se han extendido cabañas de vacas en extensivo en varios núcleos. “Se ten habido un incremento de explotacións neste tempo, ten sido cara a modalidade en ecolóxico”, asegura Bernardo Varela, teniente alcalde de Allariz. Marcos Quintas, de Ecoleia, recuerda que su empresa fue una de las pioneras en incorporarse a este modelo productivo en Galicia: “O gran cambio foi que os nosos animais pasaron de estar estabulados a saír todos os días ao pasto”, subraya. Por otro lado, en Ecoleia deben producir también su propio forraje de heno y de maíz, entre otros, para cumplir con la normativa. “Hai que cumplir co benestar animal e con todas as normas de produción”, apunta Quintas. El germen de Ecoleia se remonta a la década de los 80 y, aunque nunca funcionó como una explotación intensiva, su conversión y reconocimiento al sistema ecológico se formalizó en 2005. “Naquel momento comezaba a demandarse o leite ecolóxico. Apoiados por Puleva acadamos o paso, porque durante dous anos houbo que vender a precio convencional pero empregando produtos a prezo ecolóxico, e eles querían ese tipo de produto aquí en Galicia e nos apoiaron”, relata Marcos, quien no está convencido de que la producción en ecológico se valore lo suficiente: “Penso que valoramos as cousas un pouco de boca, pero á hora de pagar 30 céntimos máis no súper por algo ecolóxico ou marchar tomar unha cerveza, pois escollemos a cerveza e mercamos o máis barato. Se todos soubéramos a verdade do que estamos comendo, as grandes multinacionais, tal e como se conciben hoxe, non iban a funcionar”, concluye.