Ambos proyectos son obra del arquitecto pontevedrés César Portela, que trabajó en ellos a principios de los 90
Los vecinos de Allariz tienen en muy alta estima su puente de madera, y no es para menos: la preciosa construcción atraviesa el río Arnoia apoyándose plácidamente en una isleta, y traslada a quien lo cruza a un cuento de hadas o una fábula oriental. No resulta extraño que al dibujar el puente de madera roja para un festival de ilustración, el artista Miguel Robledo plantase a un dragón japonés sintiéndose como en casa:
Detalle de una ilustración de Miguel Robledo para el festival Allariz Debuxado.
Sin embargo, la conexión entre este puente y el País del Sol Naciente no es solo una cuestión estética: ¿sabías que el de Allariz tiene un hermano en Japón? Se trata del puente Azuma, construido sobre el río Uchikawa en la ciudad de Shinminato, en la prefectura de Toyama. Ambos puentes son obra de la misma persona -el arquitecto pontevedrés César Portela-, y fueron construidos con apenas un año de diferencia.
El puente Azuma, en Shinminato (Foto: César Portela)
“En Japón encontré una enorme tradición carpintera”, recuerda Portela, echando la vista atrás 30 años, al momento en que concibió estos dos proyectos. Como buenos "hermanos", los dos puentes comparten similitudes a simple vista, comenzando por su color rojizo y siguiendo por la forma puntiaguda en que acaban las construcciones que los coronan.
El arquitecto recuerda que el puente de Shinminato se construyó primero, en 1992, y el ourensano llegó en 1993, con el recuerdo todavía fresco: “Quise aplicar en Allariz lo aprendido en Japón; en aquella época los arquitectos contemporáneos no trabajaban con madera, y yo quería reivindicar el material, porque en Galicia hay mucha y de muy buena calidad!”, explica Portela.
El pontevedrés recuerda lo mucho que le impactó ver lo mucho que se valoraba el oficio de carpintero en Japón. Allí vio, por ejemplo, cómo la primera bailarina del ballet nacional o un reputado cardiólogo se apuntaban como alumnos a la Escuela Oficial de Carpintería, con naturalidad. “Quedé asombrado”, insiste.
Un dibujo de César Portela del Puente Azuma, en Japón.
Fruto de esta fascinación, trabajó ambos puentes con el mismo método, lo que hace del de Allariz un auténtico puente japonés. “Tanto el de Shinminato como el de aquí están construidos íntegramente con madera, ¡no se usó ni un clavo, ni un tornillo!”, explica, recordando su proceso. Hoy, sus dos “hijos” resisten el paso del tiempo. Separados por 10.432 kilómetros, el nipón y el alaricano continúan enamorando a los paseantes.
