Tres días con 70 habitantes

Porto Quintela recuperó ayer el bullicio de antaño, el que predominaba en el eje comercial de la fértil comarca regada por el Limia hasta que construcción del embalse de As Conchas los condenó al cierre, con la primera concentración de vehículos vivienda.

La Plataforma Estatal del Karavaning (PEKA) ha escogido el área de estacionamiento de Porto Quintela (Bande) como sede de su encuentro en Galicia, el primero en tierras ourensanas, devolviendo el bullicio y la actividad al núcleo donde, a 1 de enero, solo había una vecina censada (según el Instituto Nacional de Estadística). “Estamos moi agradecidos ao Concello por facer un área inclusiva, nun entorno ideal, con mesas para comer, preto dunha carballeira con sombra e unha zona de baño a cal chégase andando”, relataba Asier Epelde, tesorero de PEKA, con casi mil socios en toda España, y ansioso de conocer el campamento romano de Aquis Querquennis y la zona termal, un paseo andando.

El área con 28 plazas se puso en marcha en pandemia y, aunque no existe una estadística oficial, tiene una ocupación media de 12-15 plazas cada fin de semana, rozando el lleno en periodos vacacionales y puentes. “Estamos muy contentos de la acogida y somos conscientes de que hay que mejorarla, hacer zonas verdes, más sombras y también una zona infantil en el entorno del área recreativa”, reconocía la alcaldesa, Sandra Quintas, que ayer presidió la recepción oficial y la instalación de una placa conmemorativa. “Hoy es un claro ejemplo de que los recursos que intentamos poner en marcha en el municipio para el turismo tienen su repercusión. Y lo que está claro es que nuestro futuro es el turismo”, señalaba la regidora.

Cerca de 70 personas disfrutarán de la oferta patrimonial y natural del municipio, haciendo gasto en el pueblo e invitando a los vecinos a las veladas y juegos que organizan para los más pequeños, que ayer sumaban casi una veintena. “Nuestra idea es dejar dinero allí donde vamos, que el pueblo vea que no somos vándalos y que no traemos todo de casa”, apuntaba Paula Álvarez, encargada de los preparativos para la comida popular, que ha supuesto compras por valor de 500 euros en el municipio.

Conocedores de la mala fama que se le ha colgado al colectivo por el mal comportamiento de unos pocos en la zona termal de Os Baños, desde la PEKA, que con casi 1.000 socios en toda España, lo tienen claro: “No se puede judgar a todo un colectivo por unos pocos. Hay que ser cívicos y tener sentido común”.

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