Lobios se convirtió ayer en el único concello de toda Galicia dentro del nivel máximo de restricciones, tras la decisión adoptada el jueves en el comité clínico y que aprobó la Consellería de Sanidade. La decisión, que se intuía en los días previos ante el incremento de casos, perjudica principalmente a la hostelería que cerró sus puertas. Además, el concello queda sometido a un cierre perimetral, el toque de queda, de once de la noche a seis de la madrugada, estará de nuevo vigente al igual que la prohibición de reuniones entre personas no convivientes.
La cifra de positivos se volvió a incrementar ayer y ya son 20 las personas contagiadas en Lobios, el municipio con mayor incidencia de casos en toda Galicia. Aldeas del concello, como Quintela o Aceredo, están libres del virus y se adentran en las restricciones al igual que en otras zonas de Lobios más azotados por el covid. Los vecinos se agarran a que el incremento de los contagios no vaya a más y la situación se empiece a estabilizar para así recuperar la normalidad.
Andrés Domínguez, vecino de Lobios, asegura que “nos hemos relajado, han venido los sustos y ahora pasa lo que pasa”. La semana pasada, el Sergas llevó a cabo un cribado poblacional en Lobios en el que se detectaron cuatro positivos asintomáticos. Patricia Pazos, médica de Atención Primaria en Lobios, resalta la necesidad de que "la gente con síntomas o que crea tenerlos acuda al centro médico, donde serán diagnosticados y así poder romper el ciclo de la pandemia". La especialista confía en el comportamiento de los vecinos de Lobios para cumplir con las nuevas normas, mientras que ellos como sanitarios continuarán vigilando la evolución: "Hacemos una observación diaria y la tendencia creemos que será a la baja", apuntó.
Por delante vienen varias semanas en el nivel máximo de restricciones, hasta que los casos bajen y la incidencia se reduzca a cifras menos preocupantes. Mientras, los hosteleros tendrán que esperar para recuperar la actividad. La posibilidad de mantener un servicio de envío a domicilio se complica en un entorno rural, por lo que la mayoría asegura que no lo harán "por falta de infraestructuras".
Otros locales
Otros negocios de la zona, aunque no echen el cierre, también se ven afectados por las restricciones. Noelia González, propietaria de la ferretería Cucharas, cree que será positivo para su establecimiento: “Como a xente non ten para onde ir, aproveitan para facer arranxos. Así pasou no confinamento e foi unha boa época de ventas para nos”. Algunos vecinos, como Domingos Gonzales, opinan que algo se hizo mal para llegar a esta situación.
El Trade Ourense Termal, previsto para el próximo fin de semana, quedó aplazado como confirmaron la propia alcaldesa, María del Carmen Yáñez, y los organizadores de este evento deportivo que pasará al 13 de junio a la espera de la evolución epidemiológica. Los inscritos que no puedan acudir en la nueva fecha, tendrán la posibilidad de guardar plaza para la próxima edición.
