La ilusión de los niños no importa

Vaya por delante que en las últimas elecciones municipales ’presté’ mi voto al PSOE, y lo digo para que no se quiera ver en lo que voy a exponer ánimo o crítica partidista, o vicio ideológico alguno.
El pasado 5 de enero acudimos mi mujer y yo con nuestros hijos, junto con otros amigos, y los hijos de éstos, a presenciar la cabalgata, que significa para miles de niños de esta ciudad la entrada de unos personajes, los Reyes (no Reinas) Magos (no Magas) que van a colmar a unos más que a otros, sus ilusiones, sus sueños, en forma de regalos, juguetes, juegos... He de decir que, aún a día de hoy, esa noche me invade una cierta excitación mientras colocamos los regalos de mis hijos, y disfruto enormemente la mañana del día 6 al ver su cara de asombro al descurir sus regalos sin saber muy bien qué hacer.

Con esa ilusión estábamos presenciando la Cabalgata cuando aparecen las carrozas de los Reyes..., no, de los Reyes no, de las Reinas. ¿De las Reinas? ¿Cómo? ¿Qué Reinas?, nos preguntábamos los mayores en voz baja para que no nos oyeran los niños. Sí, eran Reinas, y entonces nuestra preocupación fue la de que nuestros hijos no se dieran cuenta de ese desaguisado hasta que escuché la voz de un niño de seis años a mis espaldas que le preguntaba a su padre ’papá, ¿este es el rey Baltasar?’, parece una mujer...’, y el padre explicando como podía, y sin convicción, que era una ilusión óptica del niño.

Lo que aconteció después en la Plaza Mayor es de todos sabido: el discurso de los Reyes (perdón, de las Reinas) con voz femenina (claro, eran mujeres, no castrati...); los Reyes (perdón de nuevo, las Reinas), con tacones (claro, eran mujeres, no drag queens...), el abucheo de un público indignado.

Señor alcalde, me consta que usted no es, personalmente, el promotor de tal barbarie, pero usted es el responsable máximo de este Concello, lo que le convierte en el máximo responsable de la política municipal, y a usted le digo que no tiene derecho a matar la ilusión de mis hijos ni la de los miles de niños de Ourense. No tiene derecho a que mi hijo me pregunte por qué los Reyes Magos este año son mujeres...

Señora concejala de Cultura del BNG, su idea de convertir a los Reyes Magos en Reinas (eso sí, con barba, con lo que la estampa, grotesca, era digna de un circo), no tiene nada que ver con presuntas políticas integradoras de la mujer, ni con su iniciativa va a fomentar usted la efectiva igualdad de sexos, ideas que la gran mayoría defendemos. Señora concejala, destrozar la ilusión de unos niños un 5 de enero es llevar sus postulados políticos a la radicalidad y al fanatismo, lo que encaja mal con ideas integradoras.

Señora concejala, pídanos perdón a padres y a hijos, respete a los más pequeños y sólo así estará legitimada para seguir en su actual cargo.

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