LA NECESARIA REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA

La joven democracia española nos está demostrando que los actuales políticos, una vez que llegan al poder, mutan y se transforman en auténticos manirrotos con el objetivo (presunto) del desenfrenado enriquecimiento propio o de sus amigos, sin límites de por medio y con el despilfarro por norma, que se ha extendido en mayor o menor medida a las dieciocho comunidades de toda España, dejándola esquilmada económicamente (como un solar).
Mientras que los ciudadanos no exijamos que se devuelva el dinero que con irresponsable mala fe se ha ido detrayendo del erario público no será posible la tan ansiada regeneración política de la que tanto se habla. Sin ir más lejos la deuda que el ex presidente Montilla ha dejado en la Generalitat de Cataluña, o el caso de Andalucía, son vergonzosos. Pero lo mismo se podría decir de multiples administraciones centrales, autonómicas o locales dónde los agujeros económIcos son la norma.

El Indice de Percepción de corrupción de la International Transparency (en 2010) señalaba que los países menos corruptos del mundo eran Singapur (por razones de su estricta legislación), Dinamarca, Nueva Zelanda, y Finlandia. Como curiosidad diremos que España figuraba en el puesto 30 a nivel mundial y en el puesto 16 a nivel europeo.

Siguiendo el ejemplo de países como Islandia o Corea del Norte, hace escasas semanas en Islandia se juzgó al primer ministro (Geeir H. Haarde) por la mala gestión de su gobierno (entre 2006 y 2009) que llevó al país a la ruina. E igualmente notorio fue el caso de Corea del Norte donde fue ejecutado (el año pasado) el ministro de Finanzas del Partido de los Trabajadores por su fracaso en la reforma monetaria y la ruina económica del país. Tal vez son ejemplos a tomar en cuenta. Al ciudadano español se le sigue ahogando y maltratando (entretanto) con nuevos impuestos e incluso indignos recortes sociales y laborales.

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