LA PLAZA DEL EMIGRANTE

Ya sabemos que no existe en nuestra ciudad una plaza con tal designación o nombre, aunque por lo que representó ser en algún momento esa figura, bien merecería dedicarle una calle o una plaza.
El emigrante es un personaje que deja su propio país para residir en el extranjero, casi siempre con el propósito de volver a su lugar de origen años después. Si nos referimos a nuestra ciudad, fueron muchos los que por tales motivos tuvieron o tuvimos que ausentarnos por un periodo de tiempo más o menos largo de la vida. Un altísimo porcentaje regresamos; unos desde el extranjero, otros desde diversos lugares de España, que al fin y al cabo si no emigración literal, no deja de ser ausencia de la ciudad donde gastamos las zapatillas de la juventud, por motivos de mejora de calidad de vida o económicos.

Si se han dedicado calles y plazas a personajes ilustres pasados que fueron de alguna manera importantes para Ourense, con mayor razón para exigir la dedicación de un lugar público a quienes han hecho que la ciudad no se estancase en la pasada mediocridad económica. No ignoramos que se hizo una estatua de chapa. Fue ubicada en la entrada del Puente Romano frente al colegio de Salesianos, pero ya la han cambiado de ubicación; ahora está en la confluencia de las calles Remedios con Dalí y otras, en O Couto.

El lugar actual de la escultura es una vistosa y amplia plaza en la que la mencionada figura metálica luce mucho. ¿No podría renombrarse el sitio como Plaza del Emigrante, si además la efigie ya esta colocada? Según se bautizan y rebautizan plazas y calles sin más motivos que la designación, a veces caprichosa, de la alcaldía de turno, también se puede renombrar ese lugar como homenaje a quienes han sido, son y serán directa o indirectamente artífices con su aportación, del engrandecimiento de nuestra ciudad, invirtiendo aquí lo que económicamente han conseguido fuera.

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