Ha llegado a mi conocimiento el deseo, el consejo que, a modo de mensaje navideño, han recibido el día de los Santos Inocentes, los trabajadores de su empresa: seremos felices si somos útiles a los otros, si servimos.
Sin entrar a debatir sobre el significado y las connotaciones de las palabras servir y utilidad (tiene servir derivados sospechosos: siervo, servilismo, servidumbre...; y utilidad un significado ambiguo en cuanto al objeto que se beneficia), quisiera aclararle al señor Domínguez, don Adolfo, que somos muchas las personas que nos sentimos felices cuando amamos y nos aman, cuando sentimos junto a otrgs, cuando nos emocionamos y nos conmovemos con la alegría y el sufrimiento ajenos... Y que lo seríamos aún mucho más si nuestros salarios y condiciones laborales en los que se desarrolla nuestro servicio y utilidad para el mantenimiento de la producción y el sistema neocapitalista garantizasen una vida digna y segura.