El miércoles día 2 hemos asistido a la mayor farsa, montaje o tomadura de pelo a todos los españoles. Tanto el Gobierno, sindicatos y patronal pusieron en escena cómo seguir mintiendo y engañando a una sociedad, la cual está llegando hasta el límite en lo que a paciencia se refiere. Tanto el propio presidente, como su ministro de Trabajo, han calificado dicho acuerdo con sindicatos y patronal, como el más importante desde los 'Pactos de la Moncloa' en 1977.
Aunque la situación económica de entonces no se parece del todo a la que ahora vivimos, sí que hay elementos que vuelven a reproducir uno de los peores momentos de este país. Así tenemos una tasa de paro batiendo récord, un endeudamiento público fuera de toda lógica, unas carencias estructurales en lo que a economía productiva se refiere. O sea los mismos elementos de entonces. De igual forma, las medidas y reformas a poner en marcha guardan la misma similitud que las ahora establecidas.
Se olvida este Gobierno, y principalmente su presidente, que en aquellos pactos participaron todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria y que se denominó 'Pactos' y no pacto, ya que fueron, básicamente, dos: el político y el económico. Aquí no se ponen pilares para recortar el déficit público, ni se llega a un acuerdo de todos y entre todos para reconducir y optimizar el mapa autonómico, y por lo tanto aligerarlo de cargas superfluas, no se diseñan elementos de apoyo y de relanzamiento de una economía productiva y que deje de estar centrada en el turismo y la construcción. No, en este 'pacto para la historia', que nace de la histeria y esquizofrenia de un gobierno que ni puede, ni sabe, se ha tirado por la calle del medio, por lo más sencillo (que no lo más eficaz a largo plazo).
¿Qué festejan estos inútiles? ¿Que sea necesario subir la edad de jubilación?, ¿que de igual forma aumenten el número de años para determinar la cuantía de la pensión? Seguimos dando subsidios porque no somos capaces de dar empleo. Comida para hoy hambre para mañana. Sólo saben vivir de fotos, mientras a sus espaldas la realidad les señalaba más de 130.000 nuevos parados, pero ellos seguirán diciendo que 'el mes que viene, el semestre que viene todo ira mejor'. Seguimos con el cuento '...vamos a contar mentiras tralalá...'.
Se olvida este Gobierno, y principalmente su presidente, que en aquellos pactos participaron todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria y que se denominó 'Pactos' y no pacto, ya que fueron, básicamente, dos: el político y el económico. Aquí no se ponen pilares para recortar el déficit público, ni se llega a un acuerdo de todos y entre todos para reconducir y optimizar el mapa autonómico, y por lo tanto aligerarlo de cargas superfluas, no se diseñan elementos de apoyo y de relanzamiento de una economía productiva y que deje de estar centrada en el turismo y la construcción. No, en este 'pacto para la historia', que nace de la histeria y esquizofrenia de un gobierno que ni puede, ni sabe, se ha tirado por la calle del medio, por lo más sencillo (que no lo más eficaz a largo plazo).
¿Qué festejan estos inútiles? ¿Que sea necesario subir la edad de jubilación?, ¿que de igual forma aumenten el número de años para determinar la cuantía de la pensión? Seguimos dando subsidios porque no somos capaces de dar empleo. Comida para hoy hambre para mañana. Sólo saben vivir de fotos, mientras a sus espaldas la realidad les señalaba más de 130.000 nuevos parados, pero ellos seguirán diciendo que 'el mes que viene, el semestre que viene todo ira mejor'. Seguimos con el cuento '...vamos a contar mentiras tralalá...'.
