Los empresarios respaldan la continuación de la autovía

La autovía AG-31 a su salida en Celanova. (L.F.)
photo_camera La autovía AG-31 a su salida en Celanova. (L.F.)
La Asociación Polígono San Cibrao, con 420 empresas, se suma al apoyo de la CEO o Ponte Vella

La continuación de la autovía de Celanova hasta la frontera con Portugal, en A Madalena (Lobios), sigue sumando apoyos y adhesiones a dos días de que la Xunta presente el proyecto de la OU-540, con una inversión de nueve millones de euros para mejorar el actual trazado, pero que no contempla por el momento completar la autovía internacional, que es lo que reclaman desde las principales comarcas afectadas, con una campaña de recogida de firmas en change.org con  2.200 apoyos, y a la que se han sumado los principales colectivos empresariales de la provincia. “Tras la llegada del AVE, es posiblemente la infraestructura, en este caso viaria, de mayor interés estratégico para Ourense, pero también para el Polígono, pues a través del acceso desde la A-52 supondría una salida directa desde el área industrial hacia Portugal”, trasladaba José Antonio Rodríguez, presidente de la Asociación de Empresarios Polígono San Cibrao, un área industrial referente en Galicia con 420 empresas y 8.350 trabajadores.

El interés por la mejora de las comunicaciones es recíproco a ambos lados de la “raia”, apuntan desde la asociación de empresarios, que hace suyos los argumentos que desde hace años han clamado sin éxito asociaciones, colectivos y partidos políticos en Baixa Limia y Terra de Celanova. La infraestructura supondría acercar el AVE al norte de Portugal y a dos de sus ciudades más importantes, Braga y Porto; a la vez que se aproxima un mercado de más de tres millones de personas a la provincia de Ourense. “Es por lo tanto una oportunidad única, por la fuerza que pueden ejercer conjuntamente los dos países y por la existencia de los fondos de recuperación”, señalaba el presidente del colectivo quien, tras consultarlo con la Confederación de Empresarios de Galicia, ha decidido “apoyar cualquier iniciativa que mejore la comunicación entre el norte de Portugal y Ourense. Y esta, sin duda, lo hará”, señala Rodríguez. 

El colectivo empresarial de San Cibrao se une así al apoyo trasladado en las últimas semanas por otros importantes colectivos empresariales de la provincia, como la Junta de Propietarios del Centro Comercial Ponte Vella o la Confederación Empresarial de Ourense (CEO) que, tras la manifestación pública de apoyo a la continuidad de la autovía realizado a través de este periódico, ayer revalidó su postura en la Comisión de Infraestructuras y PXOM.  

La autovía de Celanova es una vieja reivindicación que, en el año 2008, se materializó parcialmente con un proyecto de creación de un trazado alternativo a la OU-540 a través de 18,7 kilómetros de autovía entre Verea y la A-52. Aquel proyecto de 2008 incluía una segunda fase de mejora viaria desde Verea a la frontera que, a pesar de contar con un proceso de expropiación ejecutado, fue anulado por la Xunta y devueltas las fincas a sus propietarios. 

Desde la apertura de la AG-31 en 2013, han sido muchas las reivindicaciones lanzadas desde estas dos comarcas a favor de la conclusión de una autovía tildada de “incompleta” pero, no porque no llega hasta Lobios, sino porque no mejora la comunicación más directa y natural que Ourense tiene con Portugal. Con la llegada del AVE a Ourense, las cámaras han intensificado sus reivindicaciones para que el Gobierno de Portugal mejore el tramo de Ponte da Barca (IC28) a la frontera.

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