No todos los días se cumplen cien años, pero eso no exhime a uno de sus quehaceres diarios. Así lo cree Eustaquio Pérez Fernández quien ayer fue fiel a su rutina y, tras leer La Región, salió como cada día a pastorear con su rebaño de 20 ovejas por Beade, un pequeño pueblo de la parroquia de Redemuíños (Quintela de Leirado). “Onte lle dixemos que hoxe habería xente a comer, a súa resposta foi que estaría na casa para as doce e media”, confesaba con humor Pablo Pérez, nieto del centenario y diputado provincial, para quien su abuelo es un ejemplo y orgullo.
Según relata la familia, Eustaquio goza de una salud perfecta. No toma ninguna pastillla y quizás ese sea el secreto de la longevidad. “Pero si lle preguntas a el, dirache que é durmir o que che pida o corpo, traballar cando cho pida o corpo e tranquilidade”, apuntaba Pablo Pérez sobre su abuelo materno, algo de lo que siempre ha disfrutado en su municipio natal.
El campo ha sido siempre su hogar y su trabajo, salvo una pequena que estuvo emigrado en Guinea, como el 90% de los vecinos de Quintela de Leirado. “Tamén fun á sega a Castela e a Madrid, a Salamanca…”, enumera desde el otro lado del teléfono móvil, nuevas tecnologías que le permiten mantener el contacto con aquellos seres queridos que sí están en la diáspora. Una parte de la bonita familia que ha formado con Orita Seoane Gayón, le agasajó ayer con una comida de aniversario donde no faltó ni el pulpo “á feira” ni la carne “o caldeiro”.